El Consejo Ejecutivo del FMI elegirá hoy a Dominique Strauss-Khan como nuevo director gerente del organismo, en reemplazo de Rodrigo Rato. El ex ministro de Economía francés es el candidato de la Unión Europea y ya recibió el apoyo de Estados Unidos, China, India y la mayoría de los países de América latina. “Cuenta con la experiencia e idoneidad necesarias para ejercer el cargo al cual aspira, reflejando capacidad de liderazgo y voluntad de cambio”, destacaron ayer el ministro de Economía, Miguel Peirano, y el presidente del Banco Central, Martín Redrado, a través de un comunicado conjunto en el que le ratificaron su apoyo. El gobierno espera que el futuro director facilite el camino para un acuerdo con el Club de París.

Strauss-Khan estuvo ayer participando de un seminario en Chile donde también fue respaldado. “Te deseamos la mejor de las suertes en ese organismo y una gestión exitosa, porque los progresistas del mundo y la región conocemos tu trayectoria y te tenemos mucha fe”, le dijo la presidenta Michelle Bachelet. El candidato francés hizo su carrera política en el partido socialista. Fue ministro de Industria y Comercio Exterior de François Mitterrand (1991-1993), ministro de Economía de Lionel Jospin (1997-1999) y uno de los precandidatos a la presidencia que el año pasado lucharon para competir con el conservador Nicolas Sarkozy, hasta que Ségolène Royal lo derrotó en las internas del partido. Ultimamente se estaba ubicando como uno de los principales referentes de la oposición, pero Sarkozy sorprendió al seducirlo con la candidatura al Fondo.

Al intervenir hace una semana ante el Consejo Ejecutivo del FMI, Strauss-Khan prometió reestablecer “la relevancia y la legitimidad” del organismo en el mundo y se mostró a favor de impulsar una reforma interna para democratizar el sistema de votación y de representación, propuesta que le permitió obtener el apoyo de los países subdesarrollados.

En la actualidad, el directorio del FMI está integrado por 24 miembros. Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Arabia Saudita tienen un representante cada uno. Mientras que los otros 176 países ocupan las 16 plazas restantes. Estas naciones están distribuidas en grupos encargados de elegir un representante que va rotando cada dos años. Argentina, por ejemplo, comparte un asiento en el directorio junto a Perú y esa plaza también representa a Bolivia, Paraguay, Chile y Uruguay.

Los votos se asignan hoy en función del poder económico de cada país. Los mejor posicionados son Estados Unidos (16,8 por ciento), Japón (6,0), Alemania (5,9), Francia (4,9) y Gran Bretaña (4,9). En el otro extremo se ubica un grupo de 24 países africanos que en conjunto suman apenas el 1,4 por ciento. La reforma de Rato, aprobada en septiembre de 2006, le permitió a China aumentar su porcentaje de 2,9 a 3,6 por ciento, a México de 1,20 a 1,43, Corea del Sur de 0,76 a 1,33 y Turquía de 0,45 a 0,55 por ciento, pero los países en desarrollo plantean una distribución más equitativa, que contemple un cambio en la formula de medición del poder económico y la introducción de un sistema de doble mayoría para definir algunos temas clave. De ese modo, al actual sistema de elección se le sumaría una segunda vuelta en la cual cada país tendría un voto. También se cuestionan los procedimientos, tradicionales y no escritos, seguidos para la elección del director gerente, que siempre es un europeo.