ECONOMíA › LOS PRECIOS EN LOS SUPER AUMENTARON 15 POR CIENTO EN UN AÑO
El aumento en los supermercados fue dos veces y medio mayor a la inflación oficial. El Indec intentó aclararlo. Las cadenas recuperan márgenes, pese al compromiso asumido con el Gobierno.
› Por David Cufré
Los precios en los supermercados aumentaron en agosto 1,6 por ciento, dos veces y media más que la suba del Indice de Precios al Consumidor en ese mes, que fue del 0,6 por ciento. El dato se convirtió en los últimos meses en una referencia frente a la pérdida de credibilidad en el resultado oficial de la inflación. Por esa razón, el Indec incluyó ayer en su comunicado sobre la evolución de las ventas y los precios en los supermercados una leyenda que nunca antes había aparecido. Dice que este índice de precios “no puede tomarse como una medida de la inflación”, ya que “técnicamente es inviable”. “El IPC toma en cuenta una cantidad de bienes mucho mayor, además de una amplia gama de servicios”, aclara, y para terminar advierte que las bases de uno y otro indicador están tomadas en años diferentes. Lo que no admite el Indec es que la comparación se impuso a partir de los polémicos cambios en su forma de medir la inflación.
El organismo tampoco hace referencia a otra comparación que surge del propio comunicado sobre supermercados y que muestra, igualmente, una aceleración en los incrementos de precios. En agosto, la suba de su canasta de bienes fue del 15,7 por ciento respecto de igual mes del año pasado. En otras palabras, para comprar la misma cantidad de productos hizo falta un 15,7 por ciento más de dinero que en agosto de 2006. Esa diferencia se viene profundizando mes tras mes. En julio, el aumento interanual había sido del 14,2 por ciento; en junio, del 11,3; en mayo, del 10,9; en abril, del 8,3; en marzo, del 7,5; en febrero, del 7,6, y en enero, del 7,1.
Los productos incluidos en la canasta son, a diferencia de algunos rubros del IPC, como los viajes al exterior, de consumo prácticamente universal: alimentos y bebidas, lácteos, carnes, de panadería, de frutería y verdulería, alimentos preparados y de rotisería, artículos de limpieza y perfumería, indumentaria, calzado y textiles para el hogar, electrónicos y otros artículos para el hogar. De allí que el 15,7 por ciento de aumento del mes pasado respecto de un año atrás se acerque más a la “sensación térmica” de la inflación, que no refleja el IPC.
Para encontrar un aumento en torno del mismo nivel hay que remontarse a mayo de 2003, cuando los precios habían subido en los supermercados 20,3 por ciento en forma interanual. De ahí en adelante, los incrementos fueron en general de un dígito.
Los supermercados tienen una cuota importante de responsabilidad en las remarcaciones. Aprovechan el contexto para recuperar márgenes de rentabilidad, que se habían comprimido luego de años de crisis y recesión. Como reveló el suplemento Cash hace un mes, las grandes cadenas están cargando hasta un 30 por ciento en productos de altísimo consumo, como el aceite y la harina, y más de un ciento por ciento en vinos finos.
El 23 de julio, el Gobierno convocó a la Casa Rosada a directivos de las cadenas más grandes y firmó un pacto por el cual los establecimientos no iban a modificar sus listas de precios hasta diciembre. En el primer mes de plena vigencia del convenio, los supermercados ya aplicaron ajustes de 1,6 por ciento en promedio. Pese a este comportamiento, hace quince días el Gobierno volvió a confiar en esos comercios y prometió entregarles un subsidio de 30 millones de pesos para que el precio de la papa sea de 1,40 peso por kilo.
A pesar de los ajustes, las ventas siguen en alza, lo que refleja el boom de consumo y da margen a los supermercados para seguir remarcando. En unidades, las ventas aumentaron el mes pasado 16,6 por ciento respecto de agosto de 2006 y 2,6 por ciento contra julio. A precios corrientes, el incremento fue todavía más significativo: del 36,3 por ciento interanual y del 2,8 por ciento en relación con julio.
Las cadenas facturaron 2761,8 millones de pesos el mes pasado. La encuesta del Indec releva información de un total de 72 empresas que cuentan con 1509 bocas de expendio distribuidas en todo el país. El sector emplea a 91.611 personas, cifra que es un 2 por ciento mayor a un año atrás. De ese total, 11.583 son personal jerárquico, con un sueldo bruto promedio de 3105 pesos, y 79.948 son cajeros, administrativos y demás, con ingresos brutos promedio de 1419 pesos.
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