ECONOMíA
› ALZA EN RESERVAS Y DEPOSITOS
Veranito en agosto
› Por Claudio Zlotnik
El Banco Central cerró agosto con una ganancia de 446,6 millones de dólares por sus intervenciones en el mercado cambiario. Este es el segundo mes consecutivo que termina positivo para la entidad monetaria. En julio había embolsado otros 143,1 millones. Sin embargo, este resultado favorable no se tradujo en un incremento similar de las reservas, que durante agosto crecieron en 100 millones de dólares, hasta 9086 millones de dólares. Es decir, los restantes 346 millones de ganancias fueron utilizados para pagar vencimientos de los organismos internacionales. Aun acumulando ganancias de reservas, el Central logró una baja del dólar en el mes.
El veranito financiero se explica por la fuerte liquidación de divisas por parte de los exportadores, que están obligados a hacerlo ante las ventanillas del Central. Ayer el libre cerró a 3,65 pesos, mientras que el oficial a 3,59 para la punta vendedora. A principios de mes, el dólar oficial se encontraba cinco centavos por encima (3,64 pesos), mientras que el libre se situaba nueve centavos arriba (3,74). En este marco, los operadores prefirieron apostar por las Letras del BCRA (Lebac) antes que comprar divisas. Por tal motivo, la colocación de estos bonos alcanzó a 750 millones de pesos este mes, superando la previsión oficial mensual de 700 millones. Con un dólar planchando, el atractivo para los financistas y las grandes empresas es adquirir Letras a tasas de entre 60 y 65 por ciento anual.
La otra opción para los inversores son los plazos fijos. Después del corralito, estos depósitos volvieron a incrementarse: fue entre 1600 y 1700 millones de pesos –los datos son provisorios porque los bancos están retrasando la información–. Este aumento más que compensó la salida desde las cuentas a la vista, que hasta dos días antes de terminar agosto alcanzaba a 460 millones de pesos. A pesar del fuerte impulso en la liquidez de los bancos, la asistencia oficial a las entidades financieras rozó este mes los 377 millones de pesos, muy por debajo de los 1687 millones previstos en el programa monetario preparado por Aldo Pignanelli. Pero lo que podría leerse como una buena noticia, tiene su costado negativo: hay entidades financieras que, a pesar del salto de los depósitos, se muestran ilíquidas y necesitan de la ayuda para operar.