El índice de precios al consumidor tuvo un aumento del 0,9 por ciento en noviembre, de acuerdo con el Indec. Transporte y comunicaciones e Indumentaria son los rubros que explican más de la mitad de la inflación del mes, con subas respectivas del 2,7 y 1,4 por ciento. El alza del índice de noviembre resultó atenuado por la fuerte caída en los productos estacionales, particularmente verduras y hortalizas. Si se hubiera aplicado en noviembre la metodología que se prometió adoptar, tomada de prácticas estadounidenses, la inflación hubiera resultado mayor. La categoría “Resto IPC”, que mide la variación de precios de bienes y servicios que no tienen comportamiento estacional ni están sujetos a regulación (el 70 por ciento de la canasta total), aumentó en noviembre 1,3 por ciento.

La medición de noviembre de este año resulto dos décimas superior a la del mismo mes del año pasado. Por primera vez en lo que va del año, se “rompe la regla” de que cada mes el aumento del índice resulta levemente inferior al del mismo período del año anterior. La inflación de noviembre es, además, una de las más altas del año, ya que sólo la de enero resultó superior (1,1 por ciento).

Otro dato a destacar es que el incremento de precios resultó muy reducido en el rubro Alimentos y bebidas, 0,1 por ciento, mientras que la mayor parte del resto subió 0,9 por ciento o más. En el comportamiento estable del índice de Alimentos tuvo fuerte incidencia la baja en el precio de las verduras (23,8 por ciento), impulsada principalmente por el descenso del precio del tomate redondo (55,8 por ciento), zapallito (36,4), papa (32,9), zapallo (25,1) y lechuga (23,6). Los precios de referencia que informó el Indec, supuestamente surgidos del relevamiento de sus encuestadores, son, para tomate redondo, 1,73 pesos por kilogramo; papa, 98 centavos por kilo, y lechuga, 1,13 pesos por kilo.

En cambio, la fruta registró subas del 7,9 por ciento en el mes, correspondiendo las mayores a limones (59,3 por ciento) y bananas (10,9). La combinación de las variaciones mencionadas fueron fundamentales para determinar una baja en el precio de la Canasta Básica de Alimentos en noviembre del 1,35 por ciento con respecto al mes anterior. El valor de una canasta para una familia tipo resultó así de 441,35 pesos, en tanto que la canasta total fue calculada en 948,90 pesos. Vale recordar que la canasta total se calcula como proporción de la canasta de alimentos (2,2 veces, aproximadamente), por lo tanto su variación mes a mes es similar a la de alimentos.

Dentro del rubro Indumentaria, que aumentó 1,4 por ciento, las principales subas se registran en Ropa exterior (2,2 por ciento), Calzado (2,4) y Accesorios para vestir (3,4). El rubro Transportes muestra un alza del 3,3 por ciento. Aquí golpeó fuerte la puesta en vigencia del ajuste del 19 por ciento en la tarifa de los taxis porteños (el IPC mide sólo precios de Capital y Gran Buenos Aires), Funcionamiento y mantenimiento de vehículos (3,6 por ciento) y Adquisición de vehículos (1,4 por ciento).

La clasificación que hace el Indec de productos y bienes de acuerdo con la forma en que se determinan sus precios divide la canasta total en Estacionales, Regulados y Resto IPC. La primera categoría, que incluye frutas, verduras, ropa exterior, transporte por turismo y alojamiento y excursiones, tuvo una variación negativa en el mes de 4,3 por ciento. En los once primeros meses del año, la deflación es del 7,2 por ciento. Esta categoría representa el 9,24 por ciento de la canasta total.

En Regulados o con alto componente impositivo, se incluyen combustibles para la vivienda, electricidad, agua y servicios sanitarios, transporte público de pasajeros, funcionamiento y mantenimiento de vehículos, correo, teléfono y cigarrillos, representando el 20,13 por ciento de la canasta. Su variación promedio, en noviembre, fue del 2,4 por ciento, y en once meses, 8,4 por ciento.

Finalmente, la más representativa, Resto IPC, que agrupa a todos los bienes sin regulación ni estacionales (70,63 por ciento de la canasta), aumentó 1,3 por ciento en noviembre y 9,5 en 11 meses. De acuerdo con los nuevos criterios imperantes en el Gobierno, incluso expuestos por la presidenta electa, esta variación sería la que más se acerca a la forma de medición que se pretende implementar.