Ayer se promulgó el decreto que respalda el acta-acuerdo celebrada entre el Estado y Aeropuertos Argentina 2000, norma que clausura un largo período de negociaciones entre las partes, habilitando la posibilidad de transformar esa sociedad en una compañía mixta. El decreto 1799 reformula definitivamente el contrato que se extenderá hasta el 2028 y que tendrá como ejes un plan de inversiones y un canon proporcional a los ingresos, en lugar de un monto fijo, como hasta el momento.

A partir del 1o de enero, el grupo deberá aportar mensualmente al Estado el 15 por ciento de los ingresos brutos en pesos como canon, contribución que, según los términos originales de la privatización, concretada en 1998, se había fijado en 171 millones.

Por la misma norma, esos ingresos tienen la posibilidad de incrementarse, ya que se fijan nuevos cuadros tarifarios con valores máximos para las tasas que hoy cobra el grupo adjudicatario. En el caso de los servicios no aeronáuticos que AA2000 preste por sí o por terceros, como hangares, mantenimiento de aviones, espacios exclusivos para las aerolíneas, servicio de rampa y otros, tendrán valores que resulten de la libre contratación entre las partes, aunque deberán ser informados al ente regulador.

El plan de inversiones también tendrá relación con la suerte del negocio. En principio, el grupo liderado por Eduardo Eurnekian completará la ejecución de las obras en curso, tarea que concluiría en el 2015. Pero a partir del 2010 elaborará planes quinquenales que estarán relacionados con los ingresos aeronáuticos, lo que evita al grupo tener que atenerse a pautas fijas.

Otros puntos centrales del acta-acuerdo rubricada por uno de los últimos decretos que firmó Néstor Kirchner en el ejercicio de la Presidencia es el compromiso del grupo de no comenzar por sí ni a través de sus accionistas individualmente (la Corporación América y los italianos de Sea) ninguna demanda contra el Estado argentino. Al mismo tiempo, ratifica la suspensión de los reclamos iniciados en sede local y que dieron lugar a un cruce de exigencias multimillonarias con el Estado.

El grupo Eurnekian acumuló deudas por canon impago durante años, amén de no haber honrado los planes de inversiones comprometidos originalmente. El Estado, a su vez, tampoco ejecutó algunas inversiones previstas y entregó tardíamente un par de estaciones, lo que dio lugar a demandas indemnizatorias de parte del concesionario. El acta aprobada clausura esos reclamos cruzados sobre la base de que existe un saldo millonario a favor de las arcas públicas. Según el flamante pacto, el Estado podría cobrar esas acreencias capitalizándolas, luego de que AA2000 ofrezca su capital en la Bolsa.