Tal como lo adelantara Página/12 en su edición de ayer, el Gobierno empezó su Plan Control al movimiento de capitales, con el objetivo de evitar una corrida contra el peso tras el fracaso en las negociaciones con el Fondo. Una disposición del Banco Central estableció ayer la disminución de 500.000 a 200.000 dólares la obligación de liquidación de divisas en la ventanilla de la entidad monetaria por parte de los exportadores. También se bajó de 500.000 a 300.000 dólares diarios el tope que recibirán, a partir de hoy, los bancos y casas de cambio que venden dólares por cuenta y orden del BCRA. Una tercera medida refiere a que no se permitirá el ingreso de capitales que se destinen a inversiones inferiores a los 90 días, con el fin de limitar a los fondos “golondrinas”.
Otra medida, en cambio, tomada ayer por el Central va en contra del objetivo de cuidar cada dólar de las reservas pero, según fuentes de la entidad monetaria, “servirá para ayudar a la empresas endeudadas y que están concursadas” en la Justicia. En esa circular se habilita a compañías concursadas que deban a acreedores en el exterior a girar divisas. Entre las condiciones figura que esas empresas hayan logrado al menos un 40 por ciento de quita en su deuda y que ésta tenga un plazo nunca inferior a los cuatro años.
Además de las medidas de control ya tomadas, en el Gobierno negociarán con las petroleras exportadoras la repatriación de divisas. Hasta ahora, esas empresas pueden retener en el extranjero hasta un 70 por ciento de sus ventas al exterior. Fuentes oficiales dijeron a este diario que las exportadoras tienen unos 4000 millones de dólares en el exterior y que en la negociación se intentará bajar aquel porcentaje permitido. Otra de las medidas en estudio implicaría una prohibición a los bancos de poder girar dólares a sus casas matrices.