ECONOMíA
› DESPUES DE LOS DICHOS DE O’NEILL, EL FMI RATIFICO QUE EL ACUERDO ESTA MUY LEJOS
Apenas un respiro para seguir sufriendo
El FMI prorrogó un vencimiento de 2700 millones de dólares que debía pagar Argentina en los próximos días. Pero el titular del Fondo, Hoerst Koehler, ratificó que todavía no hay un plan “integral y coherente” para cerrar un acuerdo. Además, no se privó de criticar al Congreso y a la Corte Suprema.
El directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó ayer la prórroga por un año del vencimiento por 2700 millones de dólares que Argentina debía pagar al organismo en setiembre. Sin embargo, al mismo tiempo, volvió a dejar en claro que todavía está lejos la posibilidad de un acuerdo integral con Argentina. Los directores “manifestaron su preocupación porque está tomando mucho más tiempo del previsto formular un paquete de políticas integral y coherente, que haga frente a las dificultades de una forma sustentable”, aseguró Hoerst Koehler. El titular del Fondo criticó, además, las “recientes iniciativas políticas relacionadas al sistema bancario” tomadas por el Congreso, así como también el fallo de la Corte Suprema que restituye el 13 por ciento a los empleados públicos y jubilados.
Los dichos de Koehler ratificaron las declaraciones efectuadas un día antes por Paul O’Neill. El secretario del Tesoro ya había advertido que la carta de intención enviada a Washington por el Gobierno no alcanzaba para “crear las bases de la estabilidad”, una manera de decir, sin eufemismos, que no había que esperanzarse con un acuerdo en el corto plazo.
Ayer, el jefe de la misión del FMI que está en Buenos Aires, el inglés John Thornton, volvió a reunirse con Lavagna. Tras ese encuentro, el Ministerio de Economía informó, mediante un comunicado, que la misión del Fondo se quedaría en el país hasta hoy –un día más de lo previsto– y que la semana próxima viajará a Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, para continuar las negociaciones.
Lavagna celebró la refinanciación del vencimiento de setiembre, algo que ya estaba descontando. “Hace unos minutos nos informaron de que sin ningún tipo de oposición ha sido aprobado la prórroga por un año de los casi 3000 millones de dólares del FMI”, anunció el ministro.
Sin embargo, las declaraciones de Koehler bastaron para eclipsar una mínima luz de optimismo en el Gobierno. El director gerente del Fondo reiteró que todavía no se había llegado a formular un plan “sustentable”, la palabra favorita de Washington a la ahora de expresar que aún falta mucho para un acuerdo. Además, volvió a hablar de la falta de consenso político para avanzar con las medidas que exige el Fondo. “Los directores expresaron su esperanza de que exista el consenso político necesario para formular un programa que obtenga el apoyo del Fondo”, dijo Koehler. Y agregó: “Especialmente, el desarrollo de una clara ancla monetaria y una estrategia de reestructuración bancaria bien definida, que aumente la autonomía del Banco Central e implemente acuerdos bilaterales con las provincias”.
El funcionario fondomonetarista también disparó contra el Congreso y la Corte Suprema. Así, afirmó que el directorio del FMI ve con preocupación “las recientes iniciativas políticas relacionadas al sistema bancario”, en alusión a la prórroga en la aplicación del CER y de las ejecuciones bancarias; y a dos proyectos de ley con media sanción del Senado: el que establece una tasa del 2 por ciento a los depósitos para financiar a la obra social de los bancarios y el que responsabiliza a las casas matrices por los depósitos de sus filiales. En cuanto a la Corte, el titular del Fondo señaló “las implicancias de una decisión reciente de la Corte Suprema de Justicia que podría desembocar en que se anulen algunos recortes de gastos implementados el año pasado”.
La única palmadita en la espalda del Gobierno fue destacar “el reciente incremento en la estabilidad de los indicadores económicos y financieros y la mejoría de las finanzas públicas en el segundo cuatrimestre de 2002”. Y prometer “la disposición del Fondo para ayudar a las autoridades a instrumentar el programa necesario para iniciar la recuperación económica”.
Con una actitud muy absolutamente distinta, el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias, ratificó ayer que es uno de los principales aliados de la administración Duhalde en las negociaciones con Washington. En este sentido, realizó una declaración simétricamente opuesta a las efectuadas por el secretario del Tesoro, Paul O’Neill, y el titular del FMI, Hoerst Koehler. “El plan económico ha sido coherente, hacen falta ajustar algunos elementos como lo ha dicho el propio ministro (Lavagna), pero creo que se han dado pasos muy importantes hacia una solución”, aseguró Iglesias, de paso por Buenos Aires. Consultado sobre si creía que Duhalde todavía podía llegar a acordar con el FMI durante su gestión, respondió con optimismo: “Espero que sí”. Ayer, Iglesias firmó con Lavagna un préstamo social para el país por 190 millones de dólares. En tanto, anunció que “hasta los próximos vencimientos de Argentina con el BID, podrían agenciarse mecanismos para liberar nuevos créditos y que el país pueda seguir cumpliendo”.
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