Las ventas en los supermercados aumentaron un 1,9 por ciento en diciembre último y un 22,8 por ciento durante todo 2007. El dato corresponde al último informe mensual del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en el cual las provincias del Centro y Oeste descuellan como las que tuvieron un repunte en el consumo de estos artículos generosamente por encima del promedio.

Aquellos datos corresponden a la evolución de las ventas a “precios constantes”, es decir, deflactados. Si la medición se realizara en precios corrientes (sin restar la inflación), el repunte es todavía mayor: 30,9 por ciento respecto de noviembre del 2007 y 29,7 por ciento si se consideran los doce meses del 2007.

Descontada la inflación de los artículos que componen la canasta de esta encuesta –naturalmente más acotada que la general, para elaborar el Indice de Precios al Consumidor–, resulta que durante todo el año pasado las ventas en los súper de todo el país se incrementaron un 17,8 por ciento. La inflación anual de este universo de productos fue, a su vez, del 10,9 por ciento. Las subas más prominentes para este registro se dieron en “verdulería y frutería”, donde las ventas a precios corrientes saltaron un 47 por ciento durante todo el año, no sólo por la mayor cantidad vendida sino por los mayores precios.

Bajo esos números globales se encubren diferencias notorias según la región del país de que se trate. Catamarca, La Rioja, San Juan y San Luis están entre las provincias más aventajadas, con un incremento de las ventas del 63,2 por ciento respecto del año anterior. Este núcleo está seguido inmediatamente por Salta, con un 61 por ciento y Chubut con el 56.

En el otro extremo está la ciudad de Buenos Aires, en la que la suba fue sólo del 23,2 por ciento.