En medio de las turbulencias en los mercados financieros y la incertidumbre por la crisis en Estados Unidos, el oro, el yen y algunos bonos de la deuda nominados en pesos se convirtieron en los mejores refugios para los inversores durante enero. La onza de oro subió 11 por ciento en el mes y ayer cerró en 927 dólares. La moneda japonesa, en tanto, se revalorizó 4,7 por ciento al cerrar en 106,5 unidades por dólar. Y el Bogar 2018 se elevó 9 por ciento, convirtiéndose en el papel estrella del mes.

Las acciones terminaron el mes con nuevos quebrantos. Ayer, el índice MerVal registró una caída del 1,4 por ciento y extendió a 6,7 por ciento el balance negativo mensual. Esa baja estuvo en línea con lo sucedido en Brasil, donde el Bovespa cedió ayer 1,3 por ciento.

El escenario fue distinto en Wall Street, donde los principales indicadores tuvieron alzas. Tanto el Dow Jones como el Nasdaq y el S&P 500 (reúne a las principales 500 empresas estadounidenses) mostraron subas del 1,7 por ciento.

La buena onda en los mercados accionarios se confirmó luego de la decisión de la Reserva Federal de volver a bajar la tasa de interés, tendencia liderada por los papeles bancarios. Esa movida, a su vez, profundizó la depreciación del dólar frente a las principales monedas. El euro cotizó a 1,48 dólar. La renovada tendencia alcista de la moneda europea encendió luces amarillas en las autoridades de ese continente. El presidente del Eurogrupo (reúne a los ministros de Finanzas de la eurozona), Jean-Claude Juncker, consideró que si la diferencia entre las tasas entre Europa y Estados Unidos seguía aumentando, la situación para las exportaciones europeas iba a ser “difícil”. El Fondo Monetario salió ayer a relativizar esa posibilidad. Simon Johnson, economista jefe del organismo, enfatizó que para el corto y mediano plazo se espera una recuperación del billete verde frente al euro. La declaración implica un cambio en la percepción del organismo, que hasta ahora apostaba a una caída del dólar.

La crisis en los mercados excluyó a los commodities, al menos por ahora. Durante enero, la tendencia alcista de los precios de los granos, por ejemplo, se profundizó. El trigo subió 22 por ciento, seguido por el girasol, que registró un incremento del 19 por ciento en el mes. La soja, que implica la tercera parte de las exportaciones argentinas, tuvo un alza del 12 por ciento.