De a poco, la pauta de aumento salarial que fijó Hugo Moyano se va extendiendo a otros gremios. El sindicato de peones de taxis que encabeza Omar Viviani firmará hoy un acuerdo para una suba de 19,5 por ciento, del mismo modo que hicieron primero los camioneros y después el gremio de la construcción. También como en los otros casos, la ratificación del convenio se hará frente a Cristina Fernández en la Casa Rosada.

Otros gremios y cámaras patronales todavía en paritarias o próximos a iniciarlas juegan sus cartas para intentar sacar algunos puntos más o menos, según el caso. La Bancaria insiste en no acatar el 19,5 por ciento, aunque sus dirigentes admiten por lo bajo que no podrán sostener el reclamo de un ajuste del 30 por ciento. En las reuniones que el gremio mantuvo ayer con las entidades empresarias empezó a barajarse un incremento del 25 por ciento.

La Unión Industrial, por su parte, emitió un comunicado para reiterar que las cámaras fabriles están dispuestas a conceder aumentos de no más de 12 por ciento. El último sábado, Moyano los calificó de “egoístas” por esa posición. El cálculo de la UIA surge de una ecuación en la que se prevé no exceder la inflación anual proyectada por el Gobierno, más un porcentaje de entre 2 y 3 puntos de recuperación.

La Junta Directiva de la entidad se reunió ayer para enfatizar que los sindicatos deben “considerar las especificidades de cada región y sector”. “Las pautas salariales tienen que compatibilizar la mejora del poder adquisitivo del trabajador con los requisitos de competitividad que los industriales necesitan para hacer sustentable” el modelo, indicó la UIA.