La decisión oficial anunciada anteayer de liberar los depósitos de hasta 7000 pesos provocó una reacción dispar. Las asociaciones de ahorristas, que se multiplican en la medida en que pasan los días, la consideraron una medida insuficiente que no corrige la expropiación impuesta por el corralito financiero. En la otra punta, los bancos defendieron esta apertura parcial y minimizaron el impacto que ella podría tener sobre la cotización del dólar.
El ex futbolista Perico Pérez, titular de una de las entidades que representa a ahorristas con depósitos atrapados, consideró que aquella devolución parcial sólo es admisible en la medida en que sea tomada “a cuenta” de la devolución íntegra de los depósitos en la moneda de origen: la mayoría en dólares. “Los ahorristas no nos bajaremos de esta posición”, advirtió el deportista y compañero de Nito Artaza en esta cruzada por recuperar billetes verdes.
Un día antes el actor cómico había advertido durante un acto público organizado frente a Tribunales que “la gente está dispuesta a avanzar de hecho” si no se le respeta su derecho a recuperar en monto y moneda original los depósitos, aunque no precisó cómo podría consumarse esa amenaza. Pérez, a su vez, no se quedó en el común reclamo, sino que también invitó a la Corte Suprema de Justicia a fallar en contra de la pesificación, a semejanza de lo que ya hizo la Justicia en segunda instancia.
“Fue una medida tomada por presión de los bancos extranjeros y de las empresas endeudadas en dólares”, alertó Perico Pérez, quien luego de cuestionar al presidente Eduardo Duhalde por haber pesificado bajo presión, también criticó las constantes dudas del cortesano Antonio Boggiano, al que señaló como “el único juez que siempre duda hasta el final”.
El presidente de la Asociación Argentina de Ahorristas, otra entidad inspirada en un propósito similar al núcleo que capitanean Artaza y Pérez, Adrián Migliardi, fue un poco más allá. Advirtió que esa organización presentará hoy una denuncia penal contra Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna por integrar una presunta asociación ilícita fundada con el objetivo de vulnerar la propiedad privada.
Desde la vereda opuesta, el titular de Abapra, Carlos Heller, celebró la apertura parcial del corralito y opinó que difícilmente los fondos liberados se vuelquen al dólar. “Es un riesgo controlado y de baja densidad: se liberaron el equivalente a 400 millones de dólares y el Central gana reservas por 40 millones por día”, opinó. “El dólar está estabilizado”, sentenció el titular de la entidad que aglutina a los bancos nacionales.
Mario Vicens, titular de la Asociación de Bancos de la Argentina, formuló un pronóstico similar, fundado en el hecho de que en el último mes los depósitos siguieron creciendo. A juicio del presidente de ABA, la anunciada liberación es “un primer paso” para normalizar el sistema, condición para recuperar el crédito y la economía. En realidad, ABA alentó este proyecto de apertura parcial del corralón.
Desde un lugar de supuesta neutralidad, el ex director del Banco Central y economista de bancos, Julio Pieckarz, consideró que “la medida es correcta”, ya que “se ajusta al programa monetario”. Amén de que en las últimas semanas habría habido una desaceleración del goteo y los amparos judiciales, lo que le da oxígeno al Gobierno y a los bancos para animarse con una apertura. Finalmente, esta no tendría gran envergadura sobre el sistema en su conjunto: involucra de 1100 a 1400 millones sobre un total de depósitos de 19 mil millones.