Un informe reservado del Ministerio de Economía refleja cómo los productores rurales aumentaron su rentabilidad en los últimos meses a pesar del incremento de las retenciones. La explicación hay que buscarla en el incremento aún mayor de los precios internacionales de los commodities. En el caso de la soja, las utilidades por hectárea, descontadas las retenciones, eran en octubre pasado de 1404 pesos, cifra que trepó a 2240 pesos en febrero y que quedó en 1826 pesos de acuerdo a la última cotización, del miércoles pasado, una vez aplicadas las nuevas retenciones. Es decir que entre octubre y el 19 de marzo, las ganancias crecieron 29 por ciento. Lo mismo ocurre con los otros cereales. En el girasol se pasó de 1927 pesos hace cinco meses a 2395 en febrero y 2242 en este momento, con un salto entre punta y punta del 17 por ciento. En el maíz, los números son todavía mejores: de 1042 pesos en octubre, a 1779 en febrero y 1906 en la última medición. Esto se debe a que la retención del maíz bajó. La ganancia entre octubre y marzo creció entonces 77 por ciento.