ECONOMíA
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Una silla en Repsol
Nadie hizo mención pública del tema, pero una preocupación central de las empresas españolas en Argentina era quién ocuparía el lugar vacante en el directorio de Repsol YPF en representación del Estado. Este mantiene una participación a través de la acción de oro, que le otorga poder de veto sobre decisiones clave y acceso a información confidencial. El temor en Madrid era que el puesto fuera copado por la “línea dura” del PJ, que suele demonizar a Repsol como emblema de la pérdida del patrimonio nacional a manos extranjeras. Autoridades del Banco Bilbao Vizcaya, accionista principal de Repsol, le hicieron saber su preocupación a Remes Lenicov. El ministro delegó la cuestión en su secretario de Finanzas. Lisandro Barry vio la doble oportunidad: mejorar el vínculo con la entidad, separándola del bloque de bancos que vienen presionando al equipo económico, y colocar una figura propia en el atractivo asiento. El elegido resultó Raúl Palacios, operador económico de confianza que acompaña a Barry desde su paso por el Banco Florencia, con experiencia en el sector por haber manejo una comercializadora de combustibles ligada al mismo grupo financiero. Dicen que en Madrid respiraron aliviados. Insidiosos, algunos integrantes del Gobierno aseguran que ni el jefe de Gabinete ni el Presidente fueron consultados para la designación.
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