En consonancia con el recorte anunciado por la Reserva Federal, el Banco Central de China redujo nuevamente sus tasas de interés. Así, la tasa para los préstamos a un año fue rebajada en 0,27 puntos porcentuales, a 6,66 por ciento. Una disminución equivalente aplicó para las tasas de interés de los depósitos a un año, fijándola en 3,6 por ciento. Este es el tercer recorte en dos meses que las autoridades chinas deciden a medida que se desacelera el crecimiento, las exportaciones y la producción industrial. La semana pasada, las autoridades de Beijing adoptaron una serie de medidas para enfrentar la ralentización de su economía por la crisis internacional y apoyar a sectores claves como el externo y el inmobiliario. Frente a la disminución de las ventas al exterior, China apunta a fortalecer su mercado interno para preservar tasas de crecimiento del 9 por ciento. Para algunos analistas, las variaciones en las tasas tienen un impacto muy limitado sobre la economía, por lo que la consideran más una señal destinada a mostrar que el gobierno hace todo lo posible para que el crecimiento se mantenga.