El canadiense Bank of Nova Scotia dijo ayer que sus operaciones internacionales gozan de buena salud en general, pero admitió que el ser una firma global conlleva ciertos riesgos, como el de Argentina. “La diversificación (...) puede ser agridulce. Hemos tratado de ampliar nuestro riesgo globalmente (...) pero a veces pagamos un precio, y eso se llama Argentina”, afirmó el presidente del cuarto banco de Canadá, Peter Godsoe. Scotiabank, que se vanagloria de ser el grupo financiero más internacional de Canadá, es el mayor inversor bancario de ese país en América latina y tiene el banco número 12 en Argentina. Godsoe no llegó a decir si piensa permanecer en el país o retirarse. “Nosotros dijimos en el cuarto trimestre, y lo reiteramos, que en el peor de los escenarios –y cuando dije esto el 6 de diciembre realmente no percibía que sería un verdadero caos con cinco presidentes en dos semanas– sería que la amortización, abarcándolo todo, sería menor que un trimestre de nuestras ganancias.” El banco dijo que mantiene su compromiso de tener una presencia internacional pese a que Argentina es “una piedra en el camino”. El banco apartó una reserva de 100 millones de dólares canadienses para cubrir su exposición en Argentina en el cuarto trimestre.