Las ironías de Nicolás Eyzaguirre, director para América latina del FMI, merecieron una categórica respuesta del presidente brasileño, Lula da Silva. Eyzaguirre dijo que lamentaba si las proyecciones del FMI “descorazonaban” a países latinoamericanos, en referencia a Argentina y Brasil, que protestaron por sus estimaciones. “Hace muchos años que el Fondo no tiene autoridad para opinar” sobre la economía brasileña, devolvió Lula. “Cuando lo hizo, hundió a Brasil. Quédese allí el FMI, no nos diga sus corazonadas y déjenos a nosotros cuidar de Brasil”, reclamó, en un discurso durante el lanzamiento de un programa educativo en Itumbiara. El Fondo prevé que Brasil sufrirá este año una recesión de 1,3 por ciento, mientras que el gobierno sostiene que habrá crecimiento y que será de entre 1,5 y 2,0 por ciento. Similares diferencias existen respecto de las proyecciones entre el FMI y el gobierno argentino.