El economista Nouriel Roubini pronosticó para la Argentina un crecimiento que rondará entre 2 y 2,5 por ciento en 2010. El profesor de la Stern School of Business de Nueva York brindó una videoconferencia organizada por la Cámara de la Construcción. Roubini aseguró que el país logrará una recuperación de su actividad el año próximo, aunque alertó sobre la necesidad de mantener estabilizada la situación fiscal. “Es necesario que esa condición (de superávit de la cuentas públicas) se mantenga”, afirmó el economista, quien también se mostró partidario de aplicar “controles” a los capitales especulativos.

Para sostener la recuperación, Roubini detalló que el país debe recuperar su “situación financiera internacional”, acordando con el Club de París y permitir el intercambio de información que plantea el Fondo Monetario. “Hay preocupación por el gasto y la situación fiscal y es necesario que esté en condiciones y se mantenga” el superávit, opinó. Según argumentó, la Argentina se verá favorecida por la mejora mundial de la demanda, pero corre riesgo de sumarse a la burbuja financiera que se creó con los precios de los commodities a partir del exceso de liquidez que volcó Estados Unidos.

“La buena noticia es que la caída libre se ha detenido gracias a que los hacedores de política tomaron medidas muy agresivas, como Japón, Estados Unidos, Europa y China”, explicó el especialista. Roubini argumentó que la falta de empleo y el menor nivel de consumo no es sólo una crisis de confianza o de liquidez, sino también de déficit presupuestario. “Estos países están ahorrando más y consumen menos, por eso cae el consumo y detiene la mejora en su Producto. En tanto, los que deberían aumentar el gasto, como China, no lo hacen”, dijo. Manifestó que Europa y Japón tienen limitada capacidad de acción porque necesitan una reforma estructural y política, mientras que China todavía se encuentra lejos de ocupar el rol de motor de la economía mundial, indicó.