Para contrarrestar la presión de los “fondos buitre”, el Gobierno salió a apuntalar las cotizaciones de los títulos públicos. El resultado de la intervención fue un fuerte aumento en los precios de los bonos más representativos de la deuda argentina, con alzas de hasta 6 por ciento. Si bien las compras oficiales, con fondos de la Anses, hicieron foco en papeles puntuales, la tendencia alcista se trasladó al resto de las emisiones. Por su parte, el panel de acciones líderes que componen el Merval mejoró 3 por ciento, impulsado por bancos que se vieron favorecidos por la suba de sus títulos en cartera. En el segmento cambiario, el dólar al público continuó insensible al ruido político y se mantuvo en los mismos valores de la rueda previa, en 3,82 pesos, y con tendencia a la baja.

Con compras desde el inicio de la rueda, Economía intentó dar a los mercados el mensaje de que no dejará que continúen desplomándose los bonos de deuda. La preocupación en el Palacio de Hacienda es que la desmejora en los valores de los títulos complique el panorama y embarre la cancha al momento de reabrir el canje de deuda. Los inversores que anticiparon el movimiento se sumaron a las corriente compradora.

Al cierre, el Bogar 2018 en pesos logró una mejora de 6 por ciento y los Boden 2012 y 2013, ambos en dólares, permitieron una diferencia del 2 y 3,9 por ciento respectivamente. No obstante, la presencia oficial pudo verse más claramente en las emisiones que integrarán el próximo paquete de canje de deuda. Así el Descuento en pesos recuperó 5,2 por ciento; el Par, 5,6 y el cupón del PIB, 3,1 arriba.

El índice Merval cerró a 2338 puntos –una suba de 2,93 por ciento– con un buen volumen de negocios. En papeles privados se operaron 75,4 millones de pesos.

En cuanto al dólar, en las pizarras del microcentro la divisa no sufrió correcciones y siguió ofrecida al público a 3,82 pesos. En el mercado mayorista, el Banco Central volvió a intervenir absorbiendo el exceso de oferta que proviene de los exportadores de cereales y oleaginosos. Según estimaciones de los cambistas, el organismo monetario habría adquirido 100 millones de dólares. No obstante, el stock de reservas se incrementó apenas en seis millones de dólares, a 48.178 millones, debido que le impactó negativamente la caída en el precio del oro, por sus tenencias en cartera.