El secretario general del gremio telefónico, Osvaldo Iadarola, aseguró que los trabajadores de Telecom están en condiciones de operar la empresa “en 24 horas” si el Gobierno decide revocar la concesión del servicio. La apuesta del sindicalista apunta a las declaraciones del ministro de Planificación, Julio De Vido, quien advirtió que si la empresa no avanza en el proceso de desinversión y desmonopolización del mercado, el Gobierno podría quitarle el manejo del negocio telefónico. El titular de Foetra aseguró a Página/12 que los trabajadores no sólo cuentan con la capacidad para operar en el día a día, sino también de dirigir las inversiones que requiere el negocio, que se encuentra siempre sobre la frontera tecnológica.

El dirigente aseguró que el gremio no intercederá en la definición del problema societario, aunque se mostró crítico de la gestión actual de la empresa. “Hace más de un año y medio que está sin conducción desde el punto de vista estratégico. Esto afecta a la propia compañía y a sus usuarios. Quizás no lo vemos hoy, porque las inversiones tienen un tiempo de maduración, pero las consecuencias se van a ver a futuro”, vaticinó. Además, se manifestó a favor de la resolución de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia cuyo fallo fue contrario a Telecom.

Frente al escenario abierto por las declaraciones de De Vido sobre la posibilidad de sacar a Telecom, Iadarola pretende que el gremio ocupe una posición protagónica. Además de la capacidad operatoria de parte de los trabajadores, informó que el sindicato ha creado un instituto para la investigación y el desarrollo, y por ello asegura que podrían dirigir el complejo proceso de inversión que requiere el negocio. “Para poder estar en la vanguardia hay que invertir permanentemente, pero la empresa ha cerrado todo tipo de inversiones y compras”, indicó. Telecom cuenta con unos 10 mil trabajadores, entre operarios, jerárquicos y supervisores.

“Si el Gobierno tomase una resolución similar a lo que hizo con otras compañías privatizadas, no-sotros estamos en condiciones de operar la empresa en forma instantánea”, manifestó Iadarola. El modelo que pretende emular es el de Aguas Argentinas-AYSA. Allí, los trabajadores de la compañía tienen el 10 por ciento del capital (el 90 por ciento restante es de propiedad pública) y el gremio de Obras Sanitarias participó activamente en la transición a manos estatales. Su titular, José Luis Lingeri, ocupa ahora un puesto jerárquico en Aysa.