La Organización Mundial del Comercio (OMC) proyectó un alza en el intercambio mundial del diez por ciento para 2010. El crecimiento del comercio está impulsado por la reactivación económica y el dinamismo de China. De este modo, lentamente se comenzará a revertir la caída de 12,2 por ciento en cantidades registradas en 2009, la mayor de los últimos setenta años.

El impacto de la crisis fue global, con epicentro en el primer semestre del año pasado, pero en América del Sur y el Caribe la contracción de las exportaciones fue inferior a la sufrida por las economías centrales. En ese escenario, Argentina mantuvo a lo largo de la crisis el superávit en cuenta corriente.

Las cifras corresponden al Informe sobre el Comercio Mundial 2010 publicado por la OMC. La Unión Europea, Estados Unidos y Japón concentraron las mayores caídas de sus exportaciones e importaciones. A pesar de los resultados, esos países continúan ubicándose entre los principales exportadores e importadores mundiales.

El comercio internacional de automóviles sufrió una contracción del 32 por ciento, mientras que el de maquinaria industrial disminuyó el 29 por ciento. El flujo de hierro y acero, directamente asociados con estas cadenas de producción, cayó 47 por ciento. La reducción en la demanda de este insumo responde también al retroceso observado en el sector de la construcción a nivel global. “El crecimiento del comercio registra un rápido retorno, sobre todo gracias al continuo dinamismo de China y otros países”, se destaca en el informe.

El volumen de intercambio internacional solamente registró un resultado negativo en tres oportunidades desde 1965, pero en ninguna adquirió la magnitud observada el año pasado. Si se mide en precios, la caída asciende hasta el 22,6 por ciento, fundamentalmente por la baja en el precio internacional del petróleo crudo. El organismo reconoce en la contracción de la demanda mundial la causa para la caída en el intercambio. Sin embargo, el documento recae en las argumentaciones neoliberales y la defensa de la liberalización comercial y apunta como responsables a las distintas políticas comerciales proteccionistas desplegadas por los países a lo largo de la crisis, desconociendo que sin esas políticas el impacto de la crisis hubiese sido mucho mayor.