Dos en una. El aeropuerto internacional Incheon de Corea del Sur está ubicado en la isla Yeongjong-Yongyu, en la costa oeste de Seúl. Lo curioso es que Yeongjong y Yongyu eran dos islas diferentes hasta que el gobierno decidió rellenar el canal que las separaba e inaugurar allí el aeropuerto en marzo de 2001. La extensión del complejo es de 496 mil metros cuadrados y está conectado con la península coreana a través del Yeongjong Grand, un puente colgante de más de 300 metros, el más largo del mundo con estas características. La consultora Skytrax, que desde 1999 entrega los World Airport Awards para distinguir a los mejores aeropuertos del mundo, ubicó este año a Incheon en el segundo lugar, detrás del Changi de Singapur.

Estadio-shopping. El estadio Sang-am de Seúl se construyó especialmente para la Copa Mundial de Fútbol 2002, que Corea organizó junto con Japón. Ese tipo de obras suele ser muy costoso, y una vez que el torneo termina se las utiliza muy poco. Sin embargo, el gobierno coreano lo convirtió en una fuente de recursos al montar en su interior un complejo de entretenimientos, denominado World Cup Mall, con más de cien comercios, salón de fiestas y diez cines con “asientos para parejas”.

Máscaras. La red de subtes de Seúl es una de las más extensas del mundo, pese a que la primera línea se inauguró recién en 1970. En la actualidad tiene 265 estaciones y 286,9 kilómetros de vías. Sin embargo, lo que más llama la atención es que en algunas estaciones hay un compartimiento con máscaras de gas e instrucciones para su uso como precaución frente a eventuales ataques terroristas.

Propaganda no tradicional. En la cinta donde retiran el equipaje los pasajeros que llegan al aeropuerto Incheon llaman la atención algunas valijas con información escrita en la solapa que pasan una y otra vez junto a los bolsos sin que nadie las retire. Es una modalidad que utiliza el gobierno para comunicar las restricciones existentes para el traslado de ciertos alimentos frescos y difundir teléfonos útiles para los turistas.