Desde Seúl

En el comienzo de la primera sesión de la Cumbre del G-20, ayer por la mañana, el presidente coreano, Lee Myung-bak, saludó a sus pares y cuando llegó el turno de Cristina Fernández de Kirchner pidió un homenaje para recordar al ex presidente Néstor Kirchner. Si bien la Presidenta ya había recibido las condolencias de los jefes de Estado durante la cena que habían compartido la noche anterior, en ese momento todos se fueron acercando de nuevo para hacerlo públicamente, desde Barack Obama hasta la alemana Angela Merkel. El canciller Héctor Timerman comentó que la Presidenta se emocionó mucho luego de las palabras del primer mandatario de China, Hu Jintao, quien se refirió a Kirchner como un gran estadista que había trabajado incansablemente por su país y que será extrañado.

Cristina estuvo a punto de no viajar a la Cumbre del G-20 luego de la muerte de su esposo, pero finalmente decidió venir por la importancia estratégica que el evento tiene para Argentina, aunque la mandataria suspendió una gira previa que incluía una visita oficial a las ciudades de Hanoi y Ho Chi Min en Vietnam. Cristina llegó el miércoles a la medianoche a Seúl y durante su estadía participó de una reunión con empresarios en la Cumbre de Negocios, de la cena de honor con que se agasaja a los presidentes y de las sesiones del plenario oficial de ayer. También mantuvo una reunión bilateral con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, por un reclamo que el ScotiaBank mantiene contra el Estado argentino desde el 2002. A diferencia de los viajes anteriores, en esta ocasión no mantuvo ningún contacto con el periodismo y el viernes a la noche, pocas horas después de la finalización de la sesión, emprendió el regreso a Buenos Aires sin sumarse a la cena de gala.