ECONOMíA
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Anne Krueger, sin consenso
Las recurrentes crisis de la deuda en países latinoamericanos llevó al FMI a elaborar una propuesta con posibles soluciones. Anne Krueger, la número dos del organismo, participó activamente en la elaboración del proyecto. El documento fue puesto a consideración de los participantes de un foro económico que tiene lugar por estos días en Washington. Krueger se topó con una reacción que no esperaba, ya que varios expositores denostaron sus recomendaciones. Pero lo sorprendente no fue eso, sino que las críticas hayan sido por derecha. El “Plan para la Reestructuración de la Deuda” que elaboró el FMI permite a los países que tengan problemas para seguir pagando negociar con sus acreedores privados, para estirar los vencimientos y establecer quitas. Si el acuerdo es ratificado por una mayoría de deudores, el resto estaría obligado a acatar sus términos. Este mecanismo no se aplicaría a los préstamos de un país a otro. Para Agustín Carstens, subsecretario de Hacienda de México, este mecanismo “facilita a los deudores a declarar la mora en los pagos de forma innecesaria”. Esta percepción de mayor riesgo aumentaría el interés que los países emergentes tendrían que pagar por los préstamos que reciben del extranjero, según el mismo funcionario. Por su parte, Ann Pettifor, de la ONG Jubilee Research, sostuvo que “la propuesta contiene errores fundamentales” y está motivada por los “intereses institucionales” del FMI, ya que realzaría su papel y le daría mayor fuerza legal. Finalmente, Barry Herman, director del Departamento de Asuntos Económicos de las Naciones Unidas, consideró que sería mejor tener un proceso de mediación fuera del control de FMI que facilite la comunicación entre acreedores y deudores.
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Anne Krueger, sin consenso