El Gobierno estableció nuevos topes para el consumo de energía eléctrica de los equipos de aire acondicionado, que demandan alrededor del ocho por ciento de la electricidad del sector residencial.

La medida apunta a lograr un uso eficiente del recurso. Según la resolución de la Secretaría de Energía, el 90 por ciento de esos aparatos que se venden en el país son de las clases A, B, C y D, orden alfabético decreciente según su eficiencia energética. De acuerdo con normas internacionales, un acondicionador de clase C consume 7 por ciento menos que uno de clase D y 25 por ciento menos que uno de clase F. A partir de ahora, los equipos que se ofrezcan en el país “deberán consumir un nivel máximo de electricidad correspondiente a la clase E”. En tanto, a partir de junio próximo sólo se podrán comercializar equipos cuya eficiencia energética sea clase D y a partir del 1º de marzo del 2012 deberá mejorarse un escalón hasta llegar al nivel C.