Desde Cannes

Obama y Cristina Fernández mantendrán hoy un encuentro bilateral.
Imagen: DyN.

“Nicolas, tenemos que fijarnos en la victoria que obtuvo la Presidenta argentina y tomarlo como ejemplo. Todos tenemos que aprender lecciones”, le dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a su par francés, Nicolas Sarkozy, delante de Cristina Fernández de Kirchner. Fue ayer antes del almuerzo de la cumbre del G-20, cuando tanto el norteamericano como el anfitrión se habían acercado para saludar a la mandataria argentina por su triunfo del 23 de octubre. El halago –contado a la prensa por el canciller Héctor Timerman– tuvo importancia por partida doble. Primero por el reconocimiento en sí, que ubica a CFK en el rango de líder política de América latina. Y en segundo lugar porque fue la antesala de la cumbre bilateral que sostendrán hoy Fernández de Kirchner y Obama, la primera desde abril de 2010, luego de largos meses de chisporroteos entre la Casa Rosada y la Casa Blanca. Ese encuentro aparece en la previa como uno de los puntos altos de la visita de la mandataria a esta ciudad.

Para completar el álbum, Cristina Kirchner recibió también la felicitación del primer ministro inglés, David Cameron. “La felicito por la victoria en las recientes elecciones en su país y espero que luego de las mismas haya podido recuperar el aliento”, fue la transcripción textual que hizo un vocero presidencial. “Muchas gracias, pero la verdad es que no he parado y sigo trabajando todos los días”, le respondió.

A las dos y cuarto de hoy, hora local, Cristina y Obama empezarán su entrevista bilateral. La única que sostuvieron hasta el momento fue hace un año y medio en Washington, enmarcada en una cumbre sobre energía nuclear. La de esta tarde es a agenda abierta. Hubo silencio de las dos partes sobre los temas a tratar, aunque trascendió que Argentina pondrá sobre la mesa reclamos comerciales, repetirá las quejas por el estilo de conducción del FMI y, especialmente, pedirá que el gobierno estadounidense dé marcha atrás con sus votos negativos en los directorios del Banco Mundial y del BID a la concesión de préstamos a la Argentina, tanto para infraestructura como para planes sociales. Del otro lado, a este último planteo Obama opondría el reclamo de que la Argentina cumpla con las sentencias en favor de empresas norteamericanas del tribunal arbitral Ciadi.

La otra cuestión que interesa a Obama se relaciona con Irán. Su gobierno viene ejerciendo una presión creciente sobre el que encabeza Ahmadinejad y buscaría evitar un acercamiento entre Argentina y Teherán. Fernández de Kirchner dejó abierta una puerta al diálogo con el gobierno iraní en su reciente participación en la asamblea de la ONU, en respuesta a un ofrecimiento de ese país. La reelección de la mandataria argentina dio espacio a la administración de Obama para pedir la audiencia y buscar una relación “más positiva”. Antes de reunirse, los presidentes ofrecerían una declaración a la prensa y luego empezarían el encuentro de trabajo. Ocho o más funcionarios de cada lado participarían de la reunión. Por la Argentina se encuentran los ministros de Agricultura –habrá reclamos por las trabas a las exportaciones de carne y limones–, Industria, Trabajo, más el canciller, el embajador en Washington y el secretario de Finanzas.