Los distintos commodities se convirtieron en un nicho de rentabilidad para los inversores financieros en busca de mercados desregulados donde lograr jugosas ganancias. El sostenido boom en el precio de los commodities como la soja, el cobre o el petróleo, no se explica por el comportamiento de la oferta o la demanda: no son China, ni la India los que presionan sobre la demanda, ni los factores climatológicos que conducen a malas cosechas o las guerras sobre activos estratégicos que afectan la oferta. La especulación financiera, a través de instrumentos tecnológicos más complejos y veloces, mediante transacciones “por arriba del mostrador”, fuera del alcance de los marcos regulatorios, es el principal factor que explica el alza en el precio de los commodities. Se trata de una nueva configuración, distinta a la especulación financiera tradicional realizada con estos bienes, donde se observaba un incremento en los inventarios de esos productos que no se ofrecían en el mercado a la espera de “mejores” precios.

Heiner Flassbeck es el director de la División de Mundialización y Estrategias de Desarrollo de Unctad, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Para el economista y sus colaboradores, David Bicchetti y Nicolas Maystre, el aumento en el precio de los commodities se explica por la especulación financiera. Durante una entrevista con la revista Focus, el economista alemán recordó que “algunos comerciantes restringen la oferta, para influir en el mercado. En 2010, un fondo hedge de cobertura británico compró casi todo el cacao almacenado en Europa. Que la mercancía se eche luego a perder es lo de menos; da lo mismo. El dinero de verdad se gana en el mercado financiero”. A diferencia del posicionamiento de otros organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial, los analistas de Unctad advierten las consecuencias que conlleva la especulación financiera sobre el precio de los alimentos y reclaman la regulación de esos mercados para asegurar el acceso generalizado a esos productos.