¿Hubo avances con algunas universidades para la conformación de entes de análisis de riesgo?

–Hasta el momento, avanzamos en un acuerdo de cooperación con la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y esperamos suscribir otros convenios. Nos manifestaron su interés las universidades de Tres de Febrero, Quilmes, Moreno, General Sarmiento, San Martín y UADE. El objetivo es que generen una suerte de informe de riesgo, para lo cual deberemos generar las condiciones para que compitan con las actuales agencias calificadoras.

–¿El objetivo es que compitan o que sirvan como caso testigo?

–Es un proceso gradual. Todavía no culminamos la reglamentación, pero estamos previendo los elementos para una competencia, a partir de abrir el juego a otros actores.

–¿Existe algún precedente?

–Ninguno. Si bien en varios países se cambiaron algunas reglas de juego a las calificadoras de riesgo, todavía no hay ningún país que haya establecido un mecanismo alternativo. Los inversores podrán tener otra opinión, lo que permitirá también mitigar el conflicto de interés: las firmas calificadas son las que pagan por la nota. Las calificaciones serán para empresas y, tal vez, sobre nivel municipal, pero no tendrán competencia sobre la deuda soberana.