Los ministros de Economía del G-20 cerraron ayer su encuentro en Moscú con una declaración en la que admitieron las dificultades que aún persisten para superar la crisis internacional. Dijeron que el crecimiento es “débil” y llamaron a evitar una “guerra de monedas”. La Argentina estuvo representada por el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, ya que el ministro Hernán Lorenzino permaneció en el país para cerrar la paritaria docente. El documento del G-20 compromete a los países a modificar el sistema fiscal internacional para que las multinacionales no eludan el pago de impuestos. “Los gobiernos estamos decididos a tomar medidas y las acciones colectivas necesarias para subsanar las lagunas del sistema fiscal internacional que permiten a las multinacionales eludir el pago de impuestos”, según el comunicado. El otro punto saliente es evitar una “guerra de devaluaciones competitivas”.