ECONOMíA
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La danza de la fortuna
› Por Raúl Dellatorre
Nadie deja de reconocerle su talento para anticipar el negocio de la TV por cable y convertir a Cablevisión, con una inversión de no más de 30 millones de dólares, en una empresa valuada en más de 750 millones al momento de su venta. Eduardo Eurnekian abandonó el rubro textil en los ‘80 olvidándose de los telares y de alguna deuda con el Banade, para transformarse en empresario multimedios, primero en la TV por cable y después en cuanto medio –gráfico, radial o televisivo– apareciera en su camino. Pero la joya más preciada fue Cablevisión, que él creó y convirtió en pocos años en un poderoso holding, al punto de atraer la atención del mayor operador de cable de Estados Unidos: TCI. La norteamericana pagó unos 300 millones de dólares en 1995 por el 51 por ciento de Cablevisión. A fines de 1997, el desembarco de CEI Citicorp y Telefónica dejó a Eurnekian con apenas el 7,5 por ciento de las acciones, pero con otros 250 millones de dólares en el bolsillo. Sucesivamente, hizo lo propio con el remanente y demás participaciones en medios juntando algunos millones más. Suma que, con curiosidad, los sabuesos de la AFIP persiguieron hasta el Caribe al no verla reflejada en las declaraciones de Bienes Personales del afortunado y generoso empresario.
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La danza de la fortuna
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