“Hay grupos que pretenden especular con la mesa de los argentinos”, criticó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en referencia al precio de la carne, cuyo aumento ya está en el nivel de la depreciación que el peso sufrió semanas atrás. Advirtió que el Gobierno, a través de la Secretaría de Comercio, va a actuar para que los valores se retrotraigan, aunque la cantidad de actores y la trama de intereses que domina la cadena de producción dificultan la intervención estatal. El pedido oficial del viernes pasado fue que vuelvan a los valores del 21 de enero. Fuentes del sector plantean que difícilmente bajen hasta ese nivel, aunque admiten que hay una mezcla de especulación, que limita la oferta de ganado, y avivadas de los comerciantes, que inflan los precios. “No hay motivos para el alza de precios, esos movimientos se basaron en la especulación y no en la modificación real del tipo de cambio”, dijo el secretario Augusto Costa.

Según Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, el precio de la media res, que define en buena medida el valor de los cortes de carne en los mostradores, subió de 29 a 34,50 pesos en una semana, un 19 por ciento, el mismo porcentaje de aumento que registró el tipo de cambio desde la última escalada que convalidó el Banco Central. Desde el sector minorista advierten que no pueden dejar de vender carne y atribuyen la suba a maniobras de productores. “Esto ha sido un ajuste de cuenta, pero algunos quieren disfrazarlo de un fenómeno externo. La diferencia de precio se la llevan los productores”, dijo a este diario. En la estructura de costos del sector, el peso de los insumos importados es relativamente bajo. Por eso, no se justifica la suba registrada.

La información del Mercado de Liniers acerca de la situación del ganado en pie indica que el precio promedio por kilo de novillo subió desde el martes 21 de enero un 22,4 por ciento, el de vaquillona, 15,7, y el de ternera, un 18 por ciento. Sin embargo, desde el miércoles pasado el novillo quedó estable, las vaquillonas bajaron y los precios de las terneras cayeron desde el viernes. A pesar de eso, Williams denunció que ayer “subió dos pesos más la media res, a pesar de que se esperaba que bajara, algo que nos vendría bien a los comerciantes”. Dijo que, en las carnicerías, el precio subió en dos semanas entre un 18 y un 20 por ciento.

Para Mario Ravettino, titular del Consorcio de Exportadores de Carne, varios factores confluyen para explicar esta situación en los precios de la carne al consumidor. “Por un lado, existe una marcada retención de la hacienda por parte de los productores. Eso ha determinado que la industria exportadora se retire del mercado para no convalidar esos precios, con lo que ha disminuido la faena”, indicó. Las empresas exportadoras casi no compraron hacienda la semana pasada y la faena fue muy reducida.

“En el campo llovió, hay suficiente pasto y la situación económica es incierta. En esas condiciones, el productor opta por regular mucho la venta de su ganado”, explicó una fuente del sector de la producción. La retención reduce la oferta disponible, a pesar de que la situación ayer no fue mala: la entrada de ganado al mercado fue de 11.200 cabezas.

Los frigoríficos exportadores tienen espalda y tiempo para no comprar si consideran que el precio es alto, pero las empresas que trabajan con el mercado interno no tienen la misma holgura. Para Ravettino, la estabilidad de los últimos días en Liniers no se conjuga con lo que está sucediendo a nivel minorista. “Por supuesto que hay una suba general en el Mercado de Hacienda, pero en los últimos días se vio estabilidad, se vieron valores de los cuales no se infiere que la carne se pague tanto en el consumo minorista. No hay relación entre los cortes de venta al público con lo que vale la hacienda en pie”, dijo. Hay fuentes del sector que depositan parte de la responsabilidad en la faena y en el eslabón de la comercialización.

“Hay un conjunto de especuladores, intermediarios, que han establecido un mecanismo de incremento artificial del precio del ganado para presionar por exportaciones del país y obtener una ganancia con el diferencial de cambio”, denunció Capitanich. Dijo que “se tomarán medidas para que los precios vuelvan a los valores de la semana pasada y que no se especule con la mesa de los argentinos”, aunque todavía no se informaron cuáles serán los mecanismos para lograrlo.