ECONOMíA
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Compañía, manos arriba
No se trataba de padres cazaautógrafos ansiosos por agraciar a sus hijos, como pudo haber supuesto algún vecino inadvertido. La concurrencia masiva de hombres de saco frente al domicilio en el barrio San Vicente de la capital cordobesa del actor de varieté Fabián Gómez, conocido artísticamente como Piñón Fijo, obedecía a un allanamiento de la AFIP por verificación del pago de impuestos. La ausencia del popular clown le restó espectacularidad al procedimiento, que fue atendido por una empleada doméstica aparentemente bien entrenada para situaciones de crisis. “Fue un procedimiento de rutina por motivos impositivos, no fue por una denuncia”, explicó a los periodistas la aplomada mucama, que explicó que su patrón se encontraba de gira artística. Los procedimientos fiscales, que también alcanzaron a las oficinas del representante del actor, fueron ordenados por el juez Ricardo Bustos Fierro, en el marco de una investigación por presunta evasión impositiva sobre los montos facturados por el actor que popularizó el “chu-chu-á” entre los niños.
Nota madre
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