–¿Cuándo se va a concretar la extensión de la vida útil de Embalse?

–La extensión de vida empezó hace tres o cuatro años. Todos los contratos están en marcha. Ahora falta que la central deje de producir energía para intercambiar las piezas viejas con las nuevas porque eso no se puede hacer con la central en marcha.

–¿Cuándo se va a detener?

–No lo sé, habría que preguntarle a la autoridad regulatoria que es quien marca el funcionamiento y el licenciamiento de esta central. Hay un tema que tiene que ver con las horas de uso y con las inspecciones periódicas que se le hacen.

–¿Cuánto tiempo va a estar parada?

–Entre 18 y 24 meses y va a permitir una extensión de vida de 30 años.

–¿Qué inversión supone?

–No tengo el número exacto, pero se hablaba de entre 1500 y 1800 millones de dólares. Va a ser como tener una central nueva a bastante menos precio, con una tecnología conocida.

–¿En qué estado se encuentra la construcción del reactor Carem?

–Está muy avanzada, aunque no todo lo que hubiéramos querido. El desarrollo de un prototipo es complejo. Igual avanzamos un 95 por ciento con la ingeniería.

–¿Cuál es la característica distintiva de esa nueva central?

–Un reactor de estas características puede proveer energía a 120 mil habitantes. Por lo tanto, cuando tenés poblaciones aisladas, es mucho más económico instalar uno o dos módulos Carem, por ejemplo, en el norte de país que llevar la energía desde Buenos Aires. Además, es una central diseñada en el país y presenta una mejora en los sistemas de seguridad.

–¿Cuál es el grado de avance del reactor de investigación RA-10?

–Tiene licitada su obra civil, se están analizando las ofertas y esperamos firmar contrato en el cuarto trimestre de este año. Su construcción demorará tres años. Es un reactor de producción de radioisótopos e investigación que va a reemplazar al reactor RA-3 que está en Ezeiza y que ha cumplido ya 40 años de funcionamiento.

–Argentina comenzó el año pasado a enriquecer uranio, ¿con qué objetivo?

–El mayor desafío era recuperar el manejo de la tecnología de enriquecimiento para ubicarnos dentro de los once países que lo hacen. Ese fue el objetivo primario que tuvo la planta de Pilcaniyeu.

–¿Cuánto se produce?

–Es un desarrollo experimental, los resultados son medidos en gramos.

–¿Para qué se utiliza ese uranio?

–No tiene todavía destino. Es una prueba controlada por autoridades internacionales. Argentina tiene que resguardar ese uranio.