“En razón del prolongado estancamiento y las difíciles perspectivas para el 2002, América latina está entrando en uno de sus períodos más críticos en varias décadas”, asegura el documento del BID difundido ayer. Según las cifras del banco, las perspectivas de crecimiento de Latinoamérica este año no son mejores que en el 2001, cuando el producto de la región apenas se incrementó un 0,5 por ciento. Enrique Iglesias, quien calificó los resultados del año pasado de “decepcionantes”, dijo que este año, “en el mejor de los casos”, el crecimiento regional rondará el “0 por ciento”; es decir, habrá estancamiento. Obviamente, semejante resultado se explica, en buena medida, por el bajón del 7 por ciento proyectado para Argentina. En cambio, se prevé que será un año de crecimiento para países como Brasil, que volverá a expandirse por tercer año consecutivo, y Ecuador, que tras la crisis de la cesación de pagos, la devaluación y la dolarización está empezando a salir. Por otro lado, el BID informó que los capitales financieros hacia la región habrían caído de 49.000 millones en el 2000 a 1000 millones a fines del año pasado. Por eso, hoy la región se halla financiada casi exclusivamente por inversión extranjera directa.