Pedro Páez ocupa actualmente el cargo de Superintendente de Control del Poder de Mercado en Ecuador, un área creada hace menos de tres años en el marco de las facultades y derechos ciudadanos establecidos en la Nueva Constitución de ese país. Funciona como una agencia antimonopolio, para ejercer el control ciudadano sobre el poder de las grandes empresas. Por otro lado, promueve la competencia y la participación de la economía popular y solidaria.

Desde su creación, la Superintendencia fue armando espacios donde la ciudadanía pudiera expresar sus necesidades, volcar las denuncias y proponer formas de control y seguimiento para prevenir los abusos. A la fecha, ya se han constituido más de dos mil comités de usuarios en barrios de las principales ciudades del país para ejercer dichas funciones.

La experiencia es válida para toda la región, en tanto el problema de la existencia de monopolios en productos de consumo esencial o masivo, y el abuso de posición dominante, es una práctica más que usual en toda Latinoamérica.

Uno de los logros que exhibe la nueva oficina antimonopolios de Ecuador es haber conseguido, en el último semestre, que la economía popular y solidaria pudiera vender 300 millones de dólares adicionales a través de las grandes cadenas de supermercados, que están obligadas a ceder espacios para la oferta de productos de estos pequeños emprendimientos. Otro logro fue obligar a Coca Cola a ceder el veinte por ciento del espacio de los exhibidores instalados en bares, puestos de venta en las rutas y en grandes tiendas, a las bebidas producidas por la economía solidaria.