“La lucha contra la precariedad laboral junto a la mejora de la protección social y políticas fiscales más progresivas ayudarán de manera considerable a acelerar el crecimiento económico y reducir las desigualdades”, sostuvo ayer el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, ante los líderes del G-20. El titular de la entidad multilateral tripartita reseñó que los ministros de Trabajo de los países participantes establecieron prioridades para abordar estos problemas, como reforzar los mecanismos de fijación de salarios, promover empleos de mejor calidad, reducir la inseguridad del mercado laboral, lograr buenas condiciones y lugares de trabajo saludables. Para el especialista, el incremento de las desigualdades se viabilizaron en los mercados de trabajo por medio de “salarios estancados, creciente inseguridad del empleo y trabajo temporal y a tiempo parcial involuntario”. “Estas políticas del mercado laboral para salir de la situación de estancamiento deben ser combinadas con medidas monetarias y fiscales adecuadas dirigidas a incrementar los ingresos de los hogares de bajos y medianos ingresos”, destacó Ryder.