- Reunión: Por tarde hubo una improvisada cumbre entre oficialistas y opositores “dialoguistas” en el despacho de la presidencia de la Cámara de Diputados, el macrista Emilio Monzó. Allí se juntaron el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; el jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, el radical cordobés Mario Negri; el jefe del bloque PRO, Nicolás Massot; el líder del Frente Renovador, Sergio Massa; y su lugarteniente parlamentaria Graciela Camaño, y el titular de la mayoritaria bancada del Frente para la Victoria-PJ en el Senado, Miguel Angel Pichetto. La charla giró en torno a las modificaciones al proyecto ómnibus que detrás del pago de los juicios a los jubilados impulsa un blanqueo de capitales. Pichetto pidió en nombre de los gobernadores peronistas que la moratoria para el pago de las deudas que mantienen con la AFIP las 13 provincias que no transfirieron sus cajas jubilatorias se extendiera a 120 meses y no solo a 90, como prevé el proyecto, además de intentar bajar la tasa de interés. Hizo esa propuesta al oficialismo para que la iniciativa del Gobierno y el texto que salga de la Cámara baja no se traben con modificaciones que se incorporen en el Senado. Aunque el senador rionegrino no se llevó buenas noticias: Frigerio se refugió en que el plazo ya estaba pactado dentro del Gobierno con el ministerio de Hacienda y con la propia AFIP, así que no había tiempo para modificarlo. Tampoco con los intereses que abonarán las provincias. La única puerta abierta fue incorporar al proyecto, que la autoridad de aplicación, la AFIP, podría disponer de modificaciones en la extensión del plazo y la disminución del interés. La palabra final de los gobernadores para alinear a sus senadores detrás de la iniciativa oficial todavía no está dicha.

- Pacto: Luego que el senador Miguel Angel Pichetto se retiró de la oficina de Emilio Monzó, los referentes de la alianza oficialista Cambiemos continuaron las negociaciones con el massismo, los opositores más amigables con el Gobierno, donde se pactaron varios acuerdos. Entre ellos, aprovechar el escándalo del ex funcionario kirchnerista José López y convocar para el martes próximo a un plenario de las comisiones de Justicia, Asuntos Constitucionales y Legislación Penal para iniciar el debate y consensuar un texto común para dictar las leyes del Arrepentido y de Extinción de Dominio para dinero y bienes en casos de corrupción. La idea es que las iniciativas lleguen al recinto de la Cámara baja el mismo jueves de la semana que viene en una sesión especial. Allí también podría sumarse el tratamiento de un proyecto de resolución para autorizar a la Justicia a allanar la vivienda y las oficinas del diputado y ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido. El acuerdo entre Cambiemos y el Frente Renovador incluye la decisión de conformar la comisión Bicameral de Seguimiento del Ministerio Público Fiscal –que nunca se había integrado–, al frente del cual propondrían a la massista Camaño en forma paralela a la discusión del proyecto del Gobierno que apunta a diluir y acotar el mandato vitalicio de la actual procuradora General, Alejandra Gils Carbó.

- Desafuero: Cambiemos no quiso desaprovechar el escándalo del ex funcionario José López para volver a embestir contra Julio De Vido. Por segunda vez, el macrista Pablo Tonelli insistió en tratar un proyecto de declaración de su autoría para que la Justicia pueda allanar la vivienda y las oficinas del diputado y ex ministro de Planificación, aunque el juez federal Luis Rodríguez –titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 9– no solicitó a la Cámara de Diputados ningún pedido formal de allanamiento en el marco de una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito contra el ex funcionario. Como sucedió con anterioridad, el oficialismo necesitaba de dos tercios de los miembros de la Cámara baja para habilitar sobre tablas el proyecto que tiene dictamen pero no completa el tiempo necesario (siete días) para llegar al recinto, y no consiguió llegar a ese número por la negativa del Frente para la Victoria. El objetivo de Cambiemos fue reproducir el escándalo en el recinto y apuntar sobre De Vido, que ayer estuvo ausente en la sesión. Luego surgieron críticas hacia el interior de la alianza oficialista por no haber solicitado que la votación fuera en forma nominal y no a mana alzada, para “escrachar” a los diputados kirchneristas que se opusieron a su tratamiento.

- Rancho aparte: Los diputados misioneros que responden al oficialismo provincial del Frente Renovador de la Concordia decidieron formar su propio espacio provincial para tener juego propio en las negociaciones con el Gobierno nacional, aunque seguirán actuando en forma coordinada con el Frente para la Victoria. Los misioneros ya había manifestado esa postura cuando llegaron tarde a la sesión que trató el acuerdo con los fondos buitre para no votar en contra de la propuesta del Gobierno. “Sabés lo que cuesta construir poder político e identidad provincial. Nosotros no podemos seguir diluidos en el FpV, con quienes seguimos compartiendo los postulados de inclusión y equidad”, dijo a Página/12 la diputada Silvia Risko, la adelantada que el año pasado dejó el FpV para formar su propio monobloque como Frente Renovador de la Concordia, al que ahora también se sumarán el ex gobernador Maurice Closs y Jorge Daniel Franco, que pasará a presidir la nueva bancada. La senadora misionera Sandra González emprendió el mismo camino en la Cámara alta. Antes, el oficialismo misionero había sufrido la deserción del diputado Alex Ziegler, quien fue el frustrado candidato a gobernador provincial por Cambiemos y ahora tiene su propio monobloque que actúa como aliado del macrismo.

- Camino propio: El titular del PJ nacional y diputado del FpV, José Luis Gioja, anticipó que votaría a favor en general el proyecto del oficialismo para pagar los juicios a jubilados y el blanqueo de capitales. Lo acompañaron en esa postura sus coprovincianos Daniela Castro y Héctor Tomas, quienes –como otros diputados que también se plegarían– no comparten la posición que fijo el ex ministro de Economía Axel Kicillof, quien en nombre del FpV sostuvo que el proyecto del Gobierno era “invotable”.