Un grupo de taxistas realizaron ayer una marcha en los alrededores de la quinta presidencial de Olivos para expresar su rechazo a los aumentos en el precio del GNC que alcanzó los 10 pesos por m3. La manifestación organizada por el sindicato de Peones de Taxis que encabeza Omar Viviani también cuestionó la presencia en el país de la empresa UBER. La comisión directiva del gremio expresó en un comunicado “su más profunda preocupación por la negativa incidencia” que tuvo en la actividad la fuerte suba en la tarifa del GNC. Desde su perspectiva, el aumento en el combustible utilizado por 95 de cada 100 taxis porteños y la llegada del servicio de UBER redundan en una retracción “considerable de la recaudación diaria, lo cual no solo afecta directamente los ingresos de mas de doscientas mil familias, sino que pone en serio riesgo nuestra fuente laboral”. Los taxistas recorrieron la avenida Del Libertador y sus adyacencias hasta Avenida Márquez para expresar su reclamo y dejaron un petitorio a las autoridades nacionales en la Quinta de Olivos. Además, anunciaron “una marcha federal al Ministerio de Energía de la Nación para solicitarle al ministro Juan José Aranguren la inmediata suspensión de la medida, que ya se ha convertido en una tremenda pesadilla”, aunque todavía no precisaron una fecha.