- Héctor Recalde, jefe de bloque del Frente para la Victoria en Diputados: “Está desde el 10 de diciembre en la misma incompatibilidad y en los mismos conflictos de intereses porque se beneficia con las medidas que toma. Como pasó con otro funcionario del Gobierno con la venta de dólar futuro: el que fijó la devaluación tenía comprado dólar a futuro. Las recomendaciones de la Oficina Anticorrupción de que firme las resoluciones otro es realmente una simulación ilícita”.

- Héctor Daer, secretario general de la Confederación General de Trabajo (CGT): “Lo hizo tarde, porque tendría que haberla hecho antes de asumir, si él sabía que iba a ocuparse de los temas que tenían que ver con sus intereses económicos”.

- Rodolfo Tailhade, diputado nacional y denunciante de Juan José Aranguren: “Si es verdad, el daño ya está hecho. Si lo hizo, las vendió después de nueve meses de haber sido ministro de Energía, responsable del mercado energético de Argentina y al mismo tiempo ser un hombre de Shell. Laura Alonso intervino tarde, después de que el ministro hizo todo el daño, ya que seis meses después de la denuncia sale a decir que podría corresponder que no intervenga en asuntos de Shell cuando se lo planteamos previo al tarifazo, previo a hacer los negocios con Chile y después de que le otorgara a Shell siete licitaciones de gas natural licuado. Aranguren maneja la política energética, tiene información privilegiada y está en condiciones de perjudicar o beneficiar a los actores. En el caso de Shell lo benefició evidentemente. Tendría que haber renunciado, porque es incompatible. Esto es una tomadura de pelo del Presidente, del ministro de Energía y de la Oficina Anticorrupción”.

- José Luis Lingeri, secretario de Acción Social de la CGT: “Si bien desde el Gobierno se decía que no era un tema vinculante, que era normal, por una cuestión ética, era lo que correspondía. Por eso, si tomó esa decisión, bienvenido sea”.