Junto con el proyecto de Ley de Presupuesto 2017 se inició ayer la discusión en Diputados de los denominados “superpoderes” que tiene el jefe de Gabinete. El oficialismo presentó un proyecto de reforma del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera, que habilita al ministro coordinador a reasignar partidas presupuestarias sin el aval del Congreso. De aprobarse el proyecto, estas reestructuraciones no podrán superar el 7,5 por ciento en 2017 y el 5 por ciento en 2018 y años subsiguientes. El objetivo es limitar esa potestad de modo gradual. El gobierno había propuesto fijar ese límite en el 10 por ciento del Presupuesto para el año próximo, pero por presión de la oposición, debió llevarlo al 7,5 por ciento. Para el Presupuesto 2017, de 2,3 billones de pesos, el 7,5 por ciento implicaría 172,5 mil millones (unos 10,2 mil millones de dólares) que el jefe de Gabinete podría reestructurar sin pasar por el Congreso. En la iniciativa se incluye una restricción adicional, que establece un tope del 15 por ciento para las reasignaciones que impliquen una transferencia de gastos de capital a gastos corrientes.