El ministro de Economía Antonio Palocci dijo que “sería un absurdo” que el caso de corrupción que implica a un asesor del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva perturbe la agenda económica de Brasil.
“Brasil tiene instituciones fuertes. Tenemos que confiar en la madurez, capacidad e independencia de esas instituciones para hacer lo que debe hacerse ante situaciones como ésa, investigar situaciones como ésa y tomar las decisiones que haga falta; Brasil precisa seguir con su agenda”, afirmó Palocci en la TV Globo. “Sería un absurdo que Brasil frenase su agenda por situaciones como ésa”, agregó el ministro, en referencia al caso Waldomiro Diniz, asesor en 2003 del jefe de Gabinete José Dirceu, filmado cuando pedía coimas a un capo del juego clandestino para financiar campañas electorales en 2002.
Los dichos de Palocci no son casuales. En las últimas semanas, diversos analistas y consultores financieros advirtieron que podría haber una nueva recaída en la economía brasileña a causa del escándalo político, justo cuando se avizoraba una tenue recuperación de la recesión del año pasado. Esta situación, además, no es indiferente para la suerte de la economía argentina, ya que más de un tercio de las exportaciones locales dependen de lo que suceda en Brasil.