No fue un fin de semana apacible para el Gobierno en materia de precios, pero pudo ser peor. Tras el desabastecimiento, los medicamentos volvieron a los anaqueles de las farmacias remarcados. En los supermercados, pese a la “tregua” comprometida por sus dirigentes, hubo incrementos selectivos. Con cierta demora, los aumentos en la hacienda también llegaron en las últimas horas al mostrador de las carnicerías. Y en las estaciones de servicio se registró el aumento del gasoil que todos descontaban tras observar el enfrentamiento entre el autotransporte y las petroleras. Ayer, Eg3 acompañó la medida dispuesta por Repsol YPF ajustando en 4,7 por ciento el valor del gasoil y en 1,3 por ciento la nafta súper. De todos modos, en puntos de venta del interior del país, como en San Luis y Córdoba, hubo ayer escasez de combustible, obligando a los expendedores a racionalizar el suministro por cliente.
Tras la “tregua”, hoy se reanudan las negociaciones entre supermercadistas y proveedores de alimentos, con el marco de la reapertura del mercado cambiario que el miércoles último cerró a 2,85 pesos al público. En el Gobierno confían en poder bajarlo a un nivel estable de 2,50 - 2,60 pesos, y basado en ello acordar que los alimentos se mantengan en los niveles actuales. “La industria ya trasladó a costos el ajuste resultante de una suba del dólar a 2 - 2,10: si se mantiene en 2,60 pesos, con retenciones a la exportación del 20 por ciento el valor neto del dólar da prácticamente el mismo: dos con diez”, señaló ayer una fuente oficial a este diario. Hoy habrá nuevos encuentros con ambas partes en la Secretaría de Defensa de la Competencia, en las que Alfredo Coto por los híper, y Alberto Alvarez Gaiani por la industria, llevan las voces cantantes.
También se producirá, en ese marco, el primer encuentro con las entidades defensoras de los consumidores, con las que el secretario de Defensa de la Competencia, Pablo Challú, deberá avanzar en la concreción de los “centros de abaratamiento”, por mandato presidencial.