“Record histórico” parece ser el calificativo que mejor se aplica al precio internacional del petróleo en estos días. Por tercera fecha consecutiva, el barril del crudo cerró ayer con un valor superior a su anterior marca, sobrepasando la barrera de los 44 dólares con la que coqueteaba desde la semana pasada y tras la que se mantuvo hasta el lunes. Las supuestas amenazas terroristas en Estados Unidos, los problemas financieros de la pretrolera rusa Yukos, la fuerte demanda en el mercado y la incapacidad para aumentar de inmediato la producción del crudo se muestran como los principales desestabilizadores.
44 dólares con 15 centavos. Esta es la nueva marca que alcanzó ayer a su cierre el barril de petróleo, luego de haber registrado a media jornada incluso un precio de 44,24. Apenas el lunes, aunque siempre superando los records observados a comienzo de los noventa con la Guerra del Golfo, el barril se valoraba en 43,82 y el pasado viernes en 43,80.
Los precios son “dementes”, opinó Purnomo Yusgiantoro, presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y ministro indonesio de Energía. Yusgiantoro reaccionó ante las alzas y advirtió que la OPEP “no puede aumentar la oferta” en este momento. Y es que, según dijo dos semanas atrás, la organización produce ya una cuota diaria de 27,5 millones de barriles, 1,5 más que su producción habitual.
El único país de la OPEP que le apuesta a aumentar su capacidad adicional de producción es justamente el mayor exportador del crudo a nivel mundial: Arabia Saudita. Con la apuesta, sin embargo, viene la salvedad y el ministro del Petróleo de dicho país, Ali Al Naimi, advirtió también que el resultado no será inmediato. “El ha dicho que Arabia Saudita podría hacerlo, pero necesitará tiempo”, aclaró Yusgiantoro, citando a Al Naimi.
Por el contrario, la situación de la petrolera rusa Yukos mantiene a la expectativa, y no una muy buena, al mercado internacional. Yukos pudo dar ayer un respiro de alivio tras obtener una prórroga de un mes para saldar 3400 millones de dólares por evasión fiscal en el año 2000, pero aún tendría pendiente un pago similar correspondiente a 2001 y el fisco ruso ha empezado ya también la revisión de sus cuentas fiscales del año 2002. Para cobrar la deuda incluso se contempla la posibilidad de que se ponga en venta la principal extractora de Yukos, desapareciendo así uno de los suministros más importantes de petróleo en el mundo.
A la inestabilidad del mercado se sumó el domingo la amenaza de atentados terroristas de Al-Qaida contra importantes instituciones financieras de Estados Unidos, según reveló el ministro de Seguridad Interior de ese país, Tom Ridge. Tras el anuncio, los precios del crudo registraron el lunes su segundo record consecutivo.
La creciente demanda de petróleo en el mercado, según los analistas y aunque vista sólo como un desestabilizador temporal, tampoco contribuye a menguar la tendencia. Según las estimaciones, la demanda se incrementó un 3,2 por ciento durante este año, principalmente en China y la India.
En tanto, Yusgiantoro indicó ayer que los países pertenecientes a la OPEP se reunirán en septiembre próximo para “discutir el estado del mercado”, pero sin dar mayores detalles sobre la posible solución a la problemática actual del costo del petróleo. “Queda una posibilidad para que los precios bajen, pero esto dependerá de la oferta y la demanda”, dijo.