El gobierno intenta dar señales de que sigue trabajando en la renegociación de la deuda con los acreedores privados. Fuentes del Ministerio de Economía destacaron la presentación del subsecretario de Finanzas, Sebastián Palia, ante la Security Exchange Comissión (SEC), organismo de control de valores de la Bolsa de Nueva York. Se trata de una respuesta a algunos cuestionamientos de la propuesta inicial, lo que en realidad no es más que un paso formal.
Palia hizo una presentación ante la SEC en respuesta a las consultas técnicas que había realizado ese organismo tras la presentación argentina del documento sobre el canje de deuda. Así lo informó el vocero del Palacio de Hacienda, Armando Torres, quien afirmó que “estas consultas son habituales cuando se presentan solicitudes para cotizar títulos en ese mercado”. Torres explicó que “Palia está en Nueva York trabajando, con abogados que representan a la Argentina, en la redacción final del prospecto que debe presentarse ante la SEC y en el que se definen los mecanismos de canje de deuda”.
Fuentes del mercado con experiencia en anteriores renegociaciones de deuda dijeron a este diario que Economía exagera la relación con la SEC, la agencia de Estados Unidos encargada de supervisar la cotización de títulos en esa plaza. Los analistas consultados dijeron que si bien el organismo es “quisquilloso” en materia de publicidad previa, lo es bastante menos con los contenidos, los que por lo general pueden cambiarse “hasta el último momento”. Para las fuentes, Economía quiere mostrar que, a pesar de la impasse en la relación con el FMI, sigue trabajando en la renegociación con los acreedores privados.
El Fondo decidió aplazar la tercera revisión de su programa stand-by con Argentina que estaba prevista para julio, por lo cual el ministro de Economía, Roberto Lavagna, pidió que ésta no tenga lugar en setiembre sino en diciembre, a la espera de que el país logre un acuerdo con sus acreedores privados.
Arturo Porsecanski, jefe de mercados emergentes del ABN-Amro en Nueva York, opinó que el FMI aplazó la tercera revisión de su programa porque el G-7 “se está endureciendo” debido a que Argentina “no ha hecho sus deberes”. “Para el G-7, si el gobierno argentino fuera a seguir pagando al Fondo” de sus reservas “sería fantástico”. Pero “si Argentina le paga al Fondo y no les paga a los bonistas, es un insulto adicional” para éstos, concluyó.