El Ministerio de Economía, junto a los legisladores más cercanos al gobierno, puso manos a la obra ayer para ultimar un proyecto modificatorio de ley de Quiebras en los términos que el Fondo Monetario Internacional aspira. Pero hasta anoche, los hombres de Jorge Remes Lenicov y los parlamentarios afines al tema no habían conseguido consenso en torno de un texto que el gobierno anhela tener listo antes de que la misión fondomonetarista deje Buenos Aires.
Por orden de Jorge Remes Lenicov, el diputado justicialista Jorge Matzquin no pudo sumarse a la misión parlamentaria que fue a Washington para discutir allá mismo este tema con otros funcionarios fondomonetaristas. La consigna fue que se quede en Buenos Aires para trabajar rápidamente en un texto que permita modificar Quiebras en el sentido que reclama el FMI: achicando el plazo en el que quedan suspendidas las ejecuciones a morosos y restituyendo la figura de la capitalización forzosa, que permite a los acreedores quedarse con las empresas de sus deudores.
Economía adhiere al criterio de que Quiebras resulte más restrictiva para los endeudados pero hay legisladores oficialistas y opositores que no quieren ceder a esa pretensión en desmedro del interés de los morosos. Matzkin estuvo ayer reunido con Jorge Remes Lenicov y su secretario Legal y Técnico, Eduardo Ratti discutiendo el tema, sin que a la noche se hubiera llegado a ningún acuerdo, a pesar de que Eduardo Caamaño, titular de Diputados, daba a entender que ya había un texto listo.
Algo similar ocurre con la ley de Subversión Económica, que el FMI exige flexibilizar, de modo tal que resulte menos peligrosa para los potenciales acusados de cometer esa falta. Hasta el momento habría una sola propuesta, que corresponde al oficialismo, y que si bien resulta más benévola para aquellos que cometan esos delitos, la propuesta podría endurecer la vara para castigar muchas transgresiones que comenten con frecuencia los bancos y que hoy no están penadas.