Un centenar de empleados de la filial argentina de Parmalat, que la semana pasada pasó a manos del grupo liderado por Sergio Taselli, protestó ante las oficinas de la Secretaría de Relaciones Laborales donde directivos de la firma mantenían una reunión con representantes gremiales y el titular de esa área, Jorge Schuster. Compañía Láctea del Sur, la nueva denominación que adoptó la heredera de Parmalat Argentina, se presentó en convocatoria de acreedores el martes aduciendo que no podía mantener en funcionamiento las plantas en el actual estado de endeudamiento. Representantes de los trabajadores, en tanto, acusaron al grupo de Taselli de “querer vaciar la compañía” y aseguraron que obreros de la planta de Carapachay ya recibieron telegramas de despido. Voceros de la nueva conducción negaron los despidos y aseguraron que la intención es una racionalización de gastos –incluido un recorte de remuneraciones– para continuar en la actividad, tanto en la planta de Carapachay, como en las de Chascomús y Pilar.