Pudo ser peor si se toma en cuenta que, al promediar la tarde, el índice MerVal se desplomaba un 7,5 por ciento. Al final, el retroceso fue menor, del 3,8 por ciento, porque los inversores interpretaron como positivas las declaraciones de John Snow apoyando el resultado del canje. La masiva venta de papeles se debió al temor de los inversores a una brusca suba de la tasa de interés en los Estados Unidos. La sospecha de los financistas se verificó en el mercado estadounidense, donde la tasa de los títulos a 10 años ya se ubica en 4,5 por ciento, medio punto más que durante el canje. La previsión de los financistas de una aceleración de la inflación también le está jugando en contra al mercado accionario.
Los nuevos bonos surgidos en el canje se mantuvieron estables: el Par en pesos subió 0,6 por ciento y el Discount cayó el 1,2 por ciento. Por su parte, el dólar quedó sin cambios en 2,95 pesos para la venta.