ECONOMíA
• SUBNOTA › LAVAGNA CONDICIONA EL EVENTUAL
ACUERDO CON EL FONDO MONETARIO
Sólo si hay crecimiento y menor pobreza
Roberto Lavagna afirmó que no hay un plazo para alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario y reveló que por ahora “no hubo un pedido formal” del organismo por un mayor ajuste fiscal. “Cualquier acuerdo tiene que respetar el crecimiento argentino, asegurar un crecimiento del empleo y una reducción de la pobreza. Dentro de estos tres criterios nos sentaremos a trabajar”, afirmó el ministro. “Hoy mismo si hace falta”, agregó.
Ayer, por primera vez desde la aprobación el lunes del llamado “Artículo IV”, un funcionario del FMI salió a hablar, desde Washington, del caso argentino. El vocero del organismo, Thomas Dawson, dijo que la “iniciativa” para abrir negociaciones por un nuevo acuerdo debe venir del Gobierno y contó que la administración Kirchner todavía no lo ha solicitado formalmente. Dawson se negó a comentar sobre el tipo de acuerdo al que podría tener acceso la Argentina y si podría ser por uno o varios años. En su lugar, enfatizó que esos parámetros “deben ser determinados por la Argentina”.
Desde el lanzamiento del canje de la deuda, que se cerró en febrero, los contactos entre el gobierno de Kirchner y el FMI se han limitado a la revisión periódica de la economía argentina. Este proceso concluyó el lunes pasado, cuando el directorio del Fondo aprobó el informe sobre la situación de la economía argentina elaborado por el staff de técnicos del organismo. Si bien el resultado fue favorable para la Argentina –lo cual abre la posibilidad de iniciar negociaciones para un nuevo acuerdo–, Dawson informó que recién en los próximos días el directorio emitirá un comunicado oficial con sus principales conclusiones.
Como publicó Página/12, en la reunión de directorio del lunes el representante argentino ante el organismo presentó un duro documento elaborado por Lavagna en el que se cuestionaba cada uno de los puntos del informe del staff. El motivo fue que, entre otros reclamos, los burócratas de Washington reclamaban un mayor superávit fiscal, aumentos de tarifas de los servicios públicos y una política antiinflacionaria más estricta, aun a costa de dejar caer el dólar. Además, pronosticaban que, sin esas medidas y fundamentalmente un mayor ajuste fiscal destinado al pago de los acreedores, el crecimiento de la economía declinaría a un 2 por ciento anual, lo cual haría insostenible el manejo de la deuda.
La respuesta de Economía fue que el Fondo suponía que “el único objetivo del actual gobierno y de las futuras administraciones en la Argentina debiera ser pagarle al propio Fondo y a los acreedores privados, postergando las políticas necesarias para paliar la situación de necesidad de la mayoría de la población”.
Sea como fuere, Lavagna dijo ayer que estaba dispuesto a negociar “hoy mismo” un acuerdo para refinanciar los vencimientos con el FMI. Hasta fin de año vencen unos 2200 millones de dólares, que sólo podrían postergarse con un nuevo acuerdo, mientras que la deuda total con el organismo a cancelar en los próximos tres años asciende a 12.000 millones de dólares.
Consultado sobre si se buscaba cerrar el acuerdo antes o después de las elecciones de octubre, el titular del Palacio de Hacienda esquivó la respuesta: “No es precisamente ni lo uno ni lo otro”. E hizo lo mismo cuando le preguntaron por el plazo del acuerdo que buscará el Gobierno: “Se verá en el momento en que nos pongamos a trabajar”.
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