En junio el costo de la canasta de la pobreza se encareció 0,8 por ciento, llegando a los 778,31 pesos. Según el Indec, ése es el ingreso mínimo mensual que necesita una familia tipo en Argentina para no ser considerada pobre. Por otro lado, el organismo oficial de estadísticas informó que los salarios del sector privado formal crecieron en promedio 1,95 por ciento durante mayo y acumulan en el año un avance de 12,1 por ciento. Sin embargo, para los trabajadores en negro –la mitad de la población ocupada– la mejora salarial en lo que va del año alcanza sólo al 6 por ciento.
Para medir la llamada línea de pobreza el Indec releva el valor de la denominada “canasta básica total”, la cual incluye una serie de bienes y servicios esenciales para la subsistencia de una familia compuesta por un matrimonio y dos hijos. En junio, el costo de esa cesta llegó a 778 pesos y acumula durante el primer semestre una suba del 5,1 por ciento.
A su vez, el Indec confirmó que la “canasta básica de alimentos” –que mide la línea de indigencia– aumentó 0,4 por ciento, alcanzado 353,77 pesos. En los primeros seis meses del año, en tanto, la canasta de alimentos se encareció 5,65 por ciento y desde la devaluación acumula una suba superior al 70 por ciento.
Como ya fue informado, en junio el índice de precios al consumidor (IPC) fue mayor al previsto –0,9 por ciento–, lo cual genera preocupación en el Gobierno. De hecho, la inflación minorista del primer semestre del año –6,1 por ciento– ya se equipara a la inflación de todo el 2004. Ante esta situación, el Gobierno anunció que en los próximos días retomará las conversaciones para renovar los acuerdos de precios firmados en marzo con distintos sectores, entre ellos los vinculados a carne vacuna, pollos y lácteos.
Los dos primeros vencieron dos semanas atrás y el referido al sector lácteos aún está vigente, pero es cuestionado por las empresas del sector. En junio, el precio de los alimentos aumentó 0,8 por ciento. Pero en algunos productos la suba fue mucho mayor: el pollo, por ejemplo, se encareció 7,5 por ciento; la harina, 5,1 ciento; el pan, 2,1 por ciento; los huevos, 2,1 por ciento; el aceite, 2 por ciento; y la leche en polvo descremada, 1,8 por ciento. Los precios de la carne aumentaron, en promedio, 1 por ciento.
Por otra parte, las cifras del Indec siguen reflejando la recomposición salarial. Los salarios del sector privado registrado crecieron en promedio 1,95 por ciento durante mayo y acumulan una mejora del 12,1 por ciento en el año. En mayo, los salarios en negro aumentaron 2,21 por ciento, y la mejora en el año para este sector –casi la mitad de los ocupados– llega sólo al 6 por ciento.