En los últimos tres años, desde la crisis, las provincias incorporaron a 145.000 nuevos empleados públicos. Así, según los últimas cifras disponibles, la cantidad total de empleados estatales provinciales asciende hoy a casi 1,5 millón de personas: para ser precisos, 1.492.290 empleados.

Las cifras fueron elaboradas por la consultora Economía & Regiones, en base a la información del Ministerio de Economía y a las estadísticas de las propias administraciones provinciales.

El estudio destaca que, desde 2003, la nómina de empleados públicos provinciales engordó un 11 por ciento, a razón del 3,5 por ciento anual, una tasa que multiplica por cinco el crecimiento poblacional (0,7 por ciento anual). Uno de los factores que explican la fuerte expansión de la plantilla oficial de personal en los últimos años sería “la incorporación a planta permanente de empleados que trabajaban bajo otra relación laboral (pasantes, contratados, etc.) que hasta ahora no eran contabilizados como tales”, explica la consultora.

Sea como fuere, no todas las administraciones del interior presentan el mismo comportamiento: “En algunas jurisdicciones el incremento de la planta superó el 20 por ciento, mientras que en otras el incremento fue marginal (inferior al 2 por ciento)”, dice el informe, sin aclarar situaciones particulares.

La última información disponible en Economía, para el año 2004, muestra que Santa Cruz es la provincia con mayor cantidad de empleados públicos cada 1000 habitantes, con 83, seguida por Catamarca (81), La Rioja (77), Tierra del Fuego (75) y Neuquén (72). El promedio a nivel nacional es de 37 empleados estatales cada 1000 habitantes.

La mitad del gasto operativo provincial se destina al pago de salarios públicos, siendo ésta, por lejos, la partida más importante de erogaciones. Si el 19 por ciento de aumento propuesto por el gobierno de Kirchner para la administración nacional se trasladara a las provincias, varios gobernadores, en especial de las jurisdicciones más chicas, deberían solicitar el auxilio de la Rosada para pagar los sueldos.

Por lo pronto, se calcula que, gracias al crecimiento económico, a nivel consolidado las provincias en su conjunto tendrían este año un superávit fiscal –antes del pago de intereses de la deuda– de 6300 millones. Pero si todas otorgaran el 19 por ciento, ese ahorro consolidado caería a 1700 millones.