Luego de la presentación del Plan Ganadero, los dirigentes agropecuarios no tardaron en manifestar su adhesión en muchos casos, aunque no faltaron algunas objeciones, como la de la Federación Agraria. “Es un principio, hay cosas para mejorar, puede tener correcciones”, aseguró el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, quien puso de manifiesto la voluntad del sector para sacar adelante la propuesta. Por su parte, el presidente de Coninagro, Fernando Gioino, manifestó su apoyo al plan, al que consideró “un paso positivo”. El presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, afirmó que el plan es una “parodia” y aseguró que los pequeños productores “no (lo) vamos a apoyar”.

Miguens aseguró que desde el sector se va “a hacer todo lo posible para mejorarlo, tiene que ser un plan dinámico”. Gioino recordó que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna “estuvo a punto de sacarlo y no se hizo, nos quedamos con la palabra de la ministra (Felisa Miceli) de poder ir adaptando el plan; de la confrontación deben salir ideas”. Y agregó: “Los aportes que hicimos se tuvieron en cuenta, aunque nosotros agregaríamos el plus por algunos kilos extra; los productores que alquilan los campos son más de 50 por ciento, esto es importante porque en los créditos se pide la hipoteca de la tierra como garantía y no debería ser así.”

Para el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Raúl Rivara, el lanzamiento del Plan Ganadero fue “un indicio de que avanzamos hacia un escenario de diálogo”. “Vamos a ver cómo se desarrolla la situación. Pero nosotros abonamos a la teoría de que con diálogo y con consenso se pueden llegar a las soluciones definitivas”, señaló. Por su parte, el presidente de Carbap, Javier Jayo Ordoqui, se negó a opinar sobre el plan por no conocerlo. Sin embargo, aclaró que “para que un plan funcione se necesitan políticas de Estado que lo contemplen e impidan que se cierren las exportaciones de un día para otro, como sucedió ahora, porque se trata de un ciclo económico largo”. Ordoqui explicó que “los tiempos del campo son más largos; nadie puede pensar en inversiones importantes como las que requiere esta actividad si teme que las reglas de juego puedan ser cambiadas de un momento para otro”.

A su turno, Rodolfo Paviotti, dirigente de CRA, aseguró que “un plan debe incluir desde cómo se hacen, cómo se venden y qué implican en la parte impositiva” cada producto agropecuario. Asimismo, consideró que “es el país –a través de sus autoridades– el que debe definir qué espera del sector agropecuario, pero no a cuatro años, sino a largo plazo”, y aseguró que “sin esa definición será difícil crecer”.

Buzzi, de FAA, sostuvo que el programa oficial “es una parodia a la que los pequeños productores no nos vamos a prestar, ni apoyar. Queremos un debate serio y responsable para instrumentar una política agropecuaria nacional”.